La valentía de arriesgarse por Dios

¡Hola, amigos!

Los pasados 17, 18 y 19 de Febrero, hubo un Encuentro Vocacional en Granada, organizado por las Misioneras Combonianas. Este desafío fue aceptado por tres jóvenes llenas de energía, alegría y curiosidad y partieron para Granada junto a una hermana que se dice “loca, pero feliz”, aquellos que la conocen ya saben a quien me estoy refiriendo. 

Voy a hablaros un poco del encuentro por si despierta curiosidad en vosotros y aceptáis el desafío el próximo año. Antes de nada, he de decir que un viaje con la Hermana Beta, con Joana Carneiro y con Mariana Correia, por sí solo, vale la pena. Creo que es importante hablar del trayecto, puesto que una parte considerable de nuestro Encuentro se dio dentro de un coche, por carreteras españolas y portuguesas. Desde la relación magnífica entre el GPS y Joana, que nos ponía siempre “fuera de ruta” (el mapa tradicional sigue siendo más sencillo y fiable), el señor que nos enseñó que una rotonda es una plaza giratoria y que nos indicó el camino diciendo “pa’lante, pa’lante”, hasta las oraciones y rosarios que rezamos por el camino... todos fueron momentos de reunión, intercambio y risas. 

En Granada, las hermanas nos recibieron con los brazos abiertos y conocimos a Giusi, la postulante. Compartimos momentos, oraciones pero, sobre todo, recibimos el Amor de Cristo y la contagiosa pasión de Comboni por África y por la misión. Un punto que marcó mucho encuentro fue la historia de las primeras Hermanas Combonianas, que nuestra querida Hermana Palmira nos enseñó. En especial, la historia de Giuseppa Scándola, María Bollezoli y Teresa Grigollini. La historia de cada una de estas mujeres, su pasión y entrega a Dios, la “osadía” con que aceptaron su vocación despertó en mi una profunda admiración. Ellas son un verdadero ejemplo de amor por la misión para cualquiera de nosotras. 

Tuvimos también la oportunidad de colocar nuestros nombres junto al nombre de los apóstoles de Jesús, para darnos cuenta que, tal como a ellos, Jesús también nos invita a partir y ser reflejo de su luz. Releyendo alguna de las hojas de oraciones y reflexiones que nos dieron las hermanas, he encontrado dos frases de Teresa Grigolini que quiero compartir con vosotros: “Amemos al Señor, suframos por Él si podemos, estemos atentos a socorrerle en la persona de los pobres”. “No tengas miedo porque el Señor no deja sucumbir a aquellos que ama”.

El tiempo fue corto y, sin duda, pasó más deprisa de lo que nos hubiera gustado, no obstante, todos los minutos fueron bien aprovechados. Tendría que escribir un texto de cinco páginas (o más) para contaros todas las aventuras de este viaje, todos los momentos de risas, todo lo que vivimos, aprendimos y compartimos, incluidas las magníficas comidas que las hermanas Silvia y Cidália nos prepararon y lo bien que estaba Mariana con el delantal :D... 

“Nada sucede porque sí” y este encuentro fortaleció muchos lazos; entre estas tres mosqueteras y 

 D´Artgnan que atravesaron Portugal y España con la alegría de Dios y lazos con Él mismo. 

Gracias. 

Buena Cuaresma. 

 Mélanie Costa

Bailando de alegría...¡cualquier lugar es bueno, Mariana! ;)