jueves, 30 de septiembre de 2010

Si quieres hacer reír a Dios


Retrato que me hizo una apache de 4º de Primaria (se nota qué Unidad estábamos dando, ¿verdad?)


Ayer una amiga me decía: "Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes". Bueno, en mi caso, Dios tiene que tener ya agujetas en la barriga.

No me lo esperaba, pero ocurrió: el lunes empecé a trabajar otra vez en el cole. Reconozco que fui el lunes con cara de pocos amigos y con un letrero luminoso en la frente que decía: "Todos los que estáis jugando en el patio me habéis estropeado mis estupendos planes (que lo sepáis) así que no pienso pasármelo bien y renegaré por los siglos de los siglos de las clases de Refuerzo que me toca dar. Amén".

-¡Señorita!-

Y la sor tiene que rescatarme de una veintena de prea-dolescentes que me rodean y quieren su beso correspondiente, que me dicen que estoy muy morena y me preguntan si les voy a dar clase este año.

-¡Señorita!-

Y una apache que no me llega ni a la cintura me pregunta si le voy a dar clase ("No, sólo vengo a que os calléis y so sentéis de una vez en la silla")

-¡Señorita!-

Y finalmente, llego al aula de mis nuevos alumnos. Entre todos formamos un cuarteto, aunque aún no tengo claro si somos los de Liverpool y a mí me toca ser John Lennon o somos los tres mosqueteros y D'Artacán. El caso es que somos los mejores: de eso no hay duda. Porque no sé cómo me las arreglo, pero siempre me tocan los mejores del mundo mundial. Imagino que por eso uno de ellos me ha preguntado hoy:

-Señorita, ¿tú te lo pasas bien con nosotros, no?-

Y, entonces, yo también me he reído como Dios.


domingo, 26 de septiembre de 2010

¡Jóvenes canarios en Misión!

Francis y Cristi, matrimonio misionero, animando al grupo de jóvenes.


Los jóvenes se mueven por la misión. Quizá no salgan en el telediario, ni en los grandes periódicos, pero mantienen su compromiso con la misión a través de pequeños gestos e iniciativas entusiastas. Un ejemplo de ello es la apuesta que han hecho los chicos de la Aldea de S.Nicolás de Tolentino, en las Palmas de Gran Canaria: este mes de septiembre han organizado un rastrillo solidario para ayudar a pagar los sueldos de algunos maestros de los poblados de la Misión de Wad Medani, en Sudán.

Vendiendo libros para la Misión de Wad Medani

Los vecinos mostraron su apoyo a la iniciativa misionera


miércoles, 22 de septiembre de 2010

Nuevo Dirección General


De dcha. a izqda: Marina Cassarino, Rosemary Nassali, Madre Luzia Premoli, Anne Marie Quigg y Marisa Zorzan




Un café entre Pakistán y mi salón




Vale, ayer estaba hundida en la miseria. Creo que me voy acostumbrando a mis "dramáticas" llegadas a esta ciudad y suelen desvanecerse en el desayuno, al día siguiente: un café ahuyenta casi todos mis males y está bien así. Estos cafés me ayudan a reírme un poco de mí misma y de mi histrionismo romántico.

Aunque reconozco que no es sólo el café.

Son las miguitas de pan que Dios se empeña en ir dejándome por el camino, para que no me pierda. Cuando encuentro una y me agacho a cogerla, veo el resto del camino. Hoy la miguita de pan ha sido una de las entradas de la página FAST, en la que un misionero salesiano narra su vocación por la misión, cómo acabó hace nueve años en Pakistán y cómo es el día a día allí.

 Pierdo rápido el norte y se me olvida qué diantres hago aquí: cuando estoy llena de mí, Dios tiene poco que hacer y últimamente, ni le he dejado llamar a la puerta de lo disparatada que ando mandando currículos, intentando salir de esta ciudad a la que acabo de regresar y que me produce urticaria emocional. Por suerte, para Dios entre Pakistán y mi ciudad el vuelo sólo dura un café. 

Y ha llegado justo a tiempo.

martes, 21 de septiembre de 2010

Big girls don't cry


Las niñas grandes no lloran.

Lo malo, es que ya sabes que no lo soy.

Creo que he cumplido mi penitencia, así que, por Dios, sácame ya de esta ciudad.

Y vótame a cualquier otro lugar. En el que no tenga razones para llorar.

Lo sé, lo sé, las niñas grandes como yo, no lloran.

Lo malo, es que cuando lloro me hago pequeña otra vez.

Y no lo puedo remediar.


domingo, 19 de septiembre de 2010

Con pena y cautela, pero digo sí


He tenido muchas dudas, pero estoy por la huelga general. Las dudas, porque no nos favorece a corto plazo en nada. No pienso en Zapatero y su cohorte política, sino en el ciudadano de a pie, clases medias y bajas, con trabajo o sin trabajo, ¡cuidado que hay muchas diferencias en esto!, y el poco “bacalao” que ahora mismo hay para cortar. Pero se me imponen las razones para tomar postura a favor de la huelga general.

Es posible que la huelga allane el camino a gobiernos futuros más conservadores y asuste a “los mercados”. Hasta ahí puede llegar una situación tan enrevesada. Pero si “la gente” no muestra que le queda la fuerza de la protesta social, hasta “la huelga general”, ¿dónde hallarán algún límite real, ¡no moral, sino real!, las fuerzas sociales y económicas más poderosas que nos han conducido hasta aquí? (Sigue leyendo...)

José Ignacio Calleja es sacerdote y profesor de Moral Social Cristiana en Vitoria.


viernes, 17 de septiembre de 2010

Vaya encuentro



¡Vaya encuentro!
…Salgo corriendo atolondrada
loca
y tropiezo con Dios.
-¿Dónde vas Leocadia?- Así suele llamarme-.
Después… me convence en silencio,
me convierte en paloma,
me nombra caballera andante,
me arma de paz y ciencia
y me quita la gana de matarme.

Gloria Fuertes

El cloquido




El cloquido, en Canarias, significa el acento de una persona: ése maravilloso conjunto de sonidos que te prepara el corazón antes de recibirla, cuando ha sido el oído y no la vista el que te ha dicho que está llegando.

Quizá la palabra cloquido venga del cloc-cloc de las chanclas o del chapoteo de los pies en el charco. Cloquido suena a madera de chácaras y a fiesta.

Uno reconoce los pasos del amado y el sonido de sus llaves. Uno sabe, por el cloquido, si viene cansado o está aligerando los pies para cogerte en volandas. Él también conoce tu cloquido y lo espera. Y lo desea cuando la casa está sola o cuando el salón está lleno de gente que sobra porque faltas tú.

Hay cloquidos que echo de menos y que sé que no vendrán nunca más. Cloquidos con sus olores. Cloquidos con su tacto.

Hay cloquidos que aún no han llegado y que sé que amaré. Cloquidos con sus manos. Cloquidos con su sabor a leche y a papaya.

Hay cloquidos que me esforzaré en escuchar. Cloquidos que querré no oír. Cloquidos que se acabarán por teléfono. Cloquidos que llegarán sin avisar y se quedarán.


Y me pregunto si Tú me esperas en algún sitio, atento a mi cloquido, aguzando el oído, esperando mi vuelta o esperándome, a secas. Como yo te espero a ti. Deseando el encuentro, deseando rendirme y reír y llorar al mismo tiempo.



Una gota en medio del océano

jueves, 16 de septiembre de 2010

Esta es hoy mi tierra



Eulalia con los jóvenes de la parroquia de St.Agatha, Mongu
                                    
El calendario me recuerda que faltan dos días para la ceremonia del Kuomboka: el fin de la estación de las lluvias. Durante estos últimos cinco años mi vida se ha moldeado al ritmo del agua, que periódicamente inunda las vastas llanuras de esta parte del mundo donde el río Zambezi es apodado el Todopoderoso. El agua me da una sensación de libertad y me ayuda a conectar con la energía creadora de Dios. Otro elemento importante en mi experiencia es la arena de los caminos y senderos que ha curtido mis piernas para  caminar con paciencia y determinación. La gente Lozi que camina los mismos senderos son ahora mis amigos y compañeros; ellos me han abierto sus casas y han compartido sus historias haciéndome parte de sus vidas.

Ésta es hoy mi tierra de misión a la cual dije que sí hace unos siete años, cuando completé mi formación como Misionera Comboniana y pronuncié los primeros votos. Entonces poco sabia de Zambia, pero mi enorme deseo de compartir mi experiencia de fe en África me hizo la persona más feliz del mundo.

En mi niñez había escuchado numerosos testimonios de la misión. A los dieciséis años experimenté una gran inseguridad: todo aquello que había conocido hasta entonces se derrumbó dejando paso a un sinsentido existencial. Sin embargo, la presencia de Alguien, con mayúsculas, se hizo más y másimportante en mi vida. Fui descubriendo la gran fuerza del Amor de Dios y entendí que mi vida tenía un significado único y precioso. La vida misionera que había admirado siempre se convertía ahora en una llamada, que con el tiempo se hizo urgente y clara. Después de terminar mis estudios de Agricultura en Barcelona, mi tierra natal, empecé un camino de discernimiento con las Misioneras Combonianas. El ideal de Daniel Comboni me atrajo desde el principio.

Hoy puedo vivir la misma pasión de Comboni junto a Hermanas que proceden de diferentes países del mundo. En mi comunidad de Mongu somos de Méjico, Sudán, Etiopia y España. Nuestra presencia en esta joven comunidad cristiana quiere ayudar a formar líderes que puedan fortalecer la fe y el compromiso de los cristianos en la transformación de la sociedad. Damos prioridad a las mujeres y a los jóvenes. A éstos he dedicado especialmente mi atención. En mi trabajo combino el camino de fe de diferentes grupos con la formación agrícola y la iniciación de pequeños proyectos para ayudar a la gente a desarrollar los propios talentos y una vida sostenible.

Daniel Comboni quiso salvar a África con África y desde mi pequeña experiencia puedo decir que el anuncio del Evangelio promueve exactamente esto: dentro de cada uno existe el potencial para vivir una vida y una vida en abundancia.

Eulalia Capdevila Enríquez, misionera comboniana destinada en Zambia



Basuritas




"Señor, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden"


Cada uno sabe qué clase de basurita no ha tirado aún de dentro. Ocurre que a veces, llaman a la puerta para recordarte que la tienes en el felpudo de bienvenida a tu casa. Y tuerces la nariz. Los humanos somos así, más dados al ojo por ojo que a perdonar deudas. Estoy molesta y cansada de quien ha llamado al tiembre.


Si Dios nos perdonara igual que lo hacemos nosotros...bueno, dudo mucho que algunos consiguieran alcanzarlo. Creo que sería mejor decir "perdona nuestras ofensas, para que también nosotros perdonemos a quien nos ofende".


Mientras tanto,yo seguiré aquí, lidiando con mi basura y dando pasos, casi a regañadientes, para entrar en una lógica que en nada se parece a la mía...

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Misión Etiopía: De vuelta a casa


En julio un grupo de jóvenes españoles se embarcaron hacia Etiopía, con el objetivo de compartir sus vacaciones con el pueblo gumuz y las hermanas combonianas que viven allí. Ahora que han vuelto, os mostramos cuáles han sido las impresiones y vivencias de uno de ellos.


-Explícame, en unas cuantas palabras, qué te llevas de tu experiencia en Etiopía.

- Mi experiencia en Ethiopia ha sido algo increible e inolvidable, lleno de recuerdos imposibles de borrar jamás, pero si tengo que quedarme con algo me quedo con el pueblo africano en su conjunto, con su amabilidad, su
acogimiento, su sencillez, su capacidad de superación día a día y su enseñanza de que se puede vivir feliz con mucho menos de lo que estamos acostumbrados en Europa.

- Si tuvieras que quedarte con un rostro, una situación, un paisaje, una palabra, ¿cuál elegirías?

- Un rostro: Hanna, una niñita de apenas dos años que conocí en Debre-Marcos.
-Una situación: las mañanas en la farmacia con Gabri (un niño ingresado en la clínica) a mi lado.
- Un paisaje: una noche de luna llena en Dongorá (sur de Ethiopia).
- Una palabra: Lachimusa (gracias en lenguaje Gumuz).

 ¿Cómo ha sido tu encuentro con Dios en África?¿en qué lo has sentido con más fuerza?
- Más que un encuentro ha sido un reencuentro puesto que antes de mi viaje iba algo distanciada del Señor y allí me he dado cuenta de que Él nunca me abandona, por mucho que yo me aparte de su camino.

¿Qué le dirías a otras jóvenes que están pensando en realizar este tipo de experiencia?

- Que la hagan con los ojos cerrados, que va a ser algo que jamas van a olvidar y que les va a ayudar a ver su vida desde otro punto de vista y les va a ayudar a conocer realidades muy diferentes.

Ahora que has vuelto a España, ¿cómo te gustaría darle continuidad a esta experiencia? ¿ha cambiado tu concepto de la misión? ¿Cuál crees que debe ser nuestra misión como jóvenes en Europa?

- Mi concepto de la Misión no es que haya cambiado en sí, sino que ahora la aprecio muchisimo más y valoro mucho más el trabajo de los misioneros, ante los cuales debo decir que me quito el sombrero porque son increibles, te dan todo lo que tienen, te acogen...todo siempre con una sonrisa en la cara y todo a pesar de las dificultades que tienen que pasar. Creo que su trabajo es digno de admiración y por ello espero despues de esta
experiencia, como joven en Europa, ser una buena testigo de ellas y ellos entre mi gente y así dar a conocer a mas gente toda su entrega y dedicación.

martes, 14 de septiembre de 2010

Donde viven los monstruos


Siempre me ha resultado muy complicado explicar películas y libros (lo cual, no deja de ser una ironía dedicándome como me dedico, entre otras cosas, a hacer "crítica literaria", a desmenuzar poemas y cuentos y a parafrasear a los grandes téoricos de la lliteratura: debería hacerme mirar este particular masoquismo intelectual...) Me gustaría poder hacer aquí un gran análisis de "Donde viven los monstruos", pero me conformaré con explicaros que la vi anoche.


Max tiene diez años. Construye iglús y fuertes en el desierto (y hasta sobrevive a erupciones volcánicas montándose en su cohete espacial). Y quiere ser el rey de su casa, lo que a veces le trae muchos problemas y broncas. Un día, Max sale corriendo de casa, se monta en un barco y llega a una isla habitada por monstruos. Y se convierte en el rey de los monstruos y los protegerá de la tristeza.


Max tiene diez años. Y gracias a Dios, razona como un niño de diez años. Los grandes problemas los soluciona haciendo guerras con terrones de tierra y es capaz de creer que construirá un fuerte "perfecto", con grutas subterráneas y un sistema automático que reventará los sesos de aquel que entre sin permiso a su fuerte y siempre, siempre dormirán haciendo una piña. Él va a hacer que los monstruos se lo pasen siempre bien haciendo el salvaje.


Pero llega un momento en que Max se da cuenta de que es incapaz de hacerlos felices a todos (y además, han descubierto que es mentira que tenga un "super-super-abridor de grietas" y otros poderes fantásticos de rey). Los monstruos no saben jugar y se hacen daño, se enfadan, se decepcionan porque el rey no ha sabido mantenerlos unidos. En un momento, uno de los monstruos le pregunta quién es realmente y él responde, a punto de llorar: "Sólo soy Max" y el monstruo se levanta, se da la vuelta y rezonga "Pues vaya fastidio". Max sólo tiene diez años y es un niño, no un rey.


Es una película basada en un cuento de diez páginas y 19 frases. Un cuento que han leído todas las generaciones de niños ingleses desde los años sesenta y que se trabaja todos los años en el colegio. No es un libro educativo ni con moraleja (sálvanos Señor de los "cuentos con mensaje"). Es un libro salvaje en el que no hay buenas conductas, ni arrepentimiento, ni nada que un niño "deba aprender". Es sólo la historia de un niño siendo niño y toda la gama de emociones que es capaz de sentir: ilusión, enfado, rabia, necesidad de ser querido, necesidad de mandar, necesidad de destruir y de construir, de imaginar. Es una película de iluminaciones absolutamente maravillosas, de emociones (más que de sentimientos) y me atrevo a asegurar, que no es una película que vayan a disfrutar los niños porque ellos no son capaces de distanciarse de sí mismos para mirarla con ternura y hasta envidia.


Sólo os digo que viéndola, deseé con todas mis fuerzas ser la reina de los monstruos, de saltar y arrastrarme sin hacerme daño, de empujar troncos y de que me comiera un monstruos, de dormir hecha una piña con ellos, de navegar en un barquito velero y de volver, después de toda mi aventura, y encontrarme con que la cena aún está caliente.


domingo, 12 de septiembre de 2010

Entrar



"Los que escuchan a Jesús se ven obligados a reaccionar.¿Será verdad que el reino de Dios es un tesoro oculto que escapa a sus ojos?¿Será cierto que no es una imposición de Dios, sino pura y simplemente "un tesoro"? Todos estaban convencidos de su valor: lo esperaban y lo pedían a Dios como el bien supremo. Ahora Jesús les dice: ¡os lo podéis encontrar ya! ¿Habrá que estar abiertos a la sorpresa? ¿Será el reino de Dios algo inesperado que tal vez presentimos y anhelamos, pero cuya bondad y belleza somos incapaces de sospechar? De ser así, sería el colmo de la felicidad, la alegría total que relativiza todo lo demás (...)

Según Jesús, el reino de Dios es una oportunidad que nadie ha de dejar pasar. Hay que arriesgar lo que haga falta con tal de acogerlo. Todo lo demás es secundario, todo ha de quedar subordinado. ¿Tendrá razón Jesús? La decisión ha de ser inmediata y radical."


José Antonio Pagola. Jesús. Una aproximación histórica



-Entonces, todo esto no me hace falta- digo mirando el saco de cemento y las palas que he estado cargando.

-Gracias a Dios, no- respondes riendo.

-¿Y qué tengo que hacer ahora?-

-Sólo, entra-


Miro por detrás de él. No hay ningún vergel, ni ángeles vestidos de blanco, ni oropeles. En realidad, casi diría que es exactamente lo mismo que el paisaje que llevo viendo toda mi vida.


Y, de improviso, me coges de las manos y tiras de mí. Me haces reír con tu risa. Y mis pies van solos.

Y la vida me va subiendo desde los dedos. Y lo inunda todo como un calorcito amarillo. Sube por la garganta y me hace llorar de otra manera. Es como si un nudo se hubiese desecho.


-Bienvenida al Reino-



domingo, 5 de septiembre de 2010

Ain't got, I got



A las mujeres. A todas las luchadoras. A todas las buscadoras. De cualquier lugar del mundo




Así que

No tengo casa
no tengo trabajo
no tengo zapatos
y no tengo dinero

No tengo ningún sitio al que ir
no tengo ningún sitio al que volver
no tengo entradas para el cine
no tengo amantes

Pero, ya ves
Tengo mi boca
mis pulmones
mi sangre
mi lengua.

Y, sobre todo,
tengo la vida.

No tengo planes
ni colchones
no tengo respuestas
no tengo preguntas
no soy la favorita de nadie.

No tengo coche
no tengo recuerdos
no tengo sueño
no tengo nombre.

Pero, ya ves,
tengo algo que nadie me puede quitar:
tengo mi cerebro
mi nariz
mis ojos
mis pechos
mi sonrisa
mi sexo.

Y sobre todo,
tengo la vida.





jueves, 2 de septiembre de 2010

Cooperación y misión



"La labor misionera es algo que en la sociedad de hoy es altamente desconocido, hay un gran misterio y bastante incomprensión hacia quienes dedican su vida a divulgar el mensaje de Jesucristo, integrándose en culturas ajenas en las cuales echan raíces y a las que contribuyen compartiendo lo que tienen y creando estructuras que proveen de servicios básicos a la sociedad.

Las Misioneras mejoran el acceso a la atención sanitaria y a la educación, promocionan a la mujer, atienden a colectivos vulnerables, trabajan con los jóvenes y las familias...Y todo ello con un sabio uso de recursos, mucha humildad y dando una solución sostenible a los servicios que proveen, utilizando loSs conocimientos autóctonos, promocionando sus valores originarios y creando redes solidarias que trascienden fronteras.

Los que trabajamos en cooperación al desarrollo, no solamente reconocemos la gran labor que hacen las misioneras y su valiosa aportación al desarrollo de los países pobres, sino que también nos inspiramos en la labor misionera y procuramos aprender de ésta para trasladar sus experiencias exitosas a otros ámbitos.

Personalmente, deseo que las Combonianas españolas lleguéis a cumplir otros 50 años más y sigáis en tan buen estado de forma y con proyectos con tan buenos resultados."

Ángel Chica Sánchez, director de proyectos de seguridad alimentaria (Oficina Técnica de la Cooperación Española, AECID, en Etiopía)


Si queréis leer la experiencia de Ángel durante los 60 días en Korogocho con las misioneras combonianas, visitad el blog que escribió durante ese tiempo: http://60diasennairobi.blogspot.com/

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El envío



Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese.

Pero él les dijo:

-«También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado.»

Lucas 4,38

"Para Almudena., que sé que me está escuchando"

Tengo la cabeza descansando en la proa del arca. Miro al fondo. Parece mentira que este trasto enorme pueda moverse de aquí. A veces pienso que en Palencia también tiene que hacer falta algún barco así, como éste. Bueno, nunca se sabe. Un barco es útil en cualquier sitio.


Al fondo se oye cantar a la jirafa. El aleteo de la aninga rufa.

Cierro los ojos y escucho primero el run-run de las nubes.

Después, las gotas.

Después, sólo el mar.

Creo que estoy viajando hacia algún sitio.



Related Posts with Thumbnails