miércoles, 30 de marzo de 2011

Instrucciones




“Si quieres construir un barco,
no llames a los hombres con el tambor
para repartirles las herramientas.

Llámalos para enseñarles primero
a tener ilusión y deseo por el mar
inmenso y sin fronteras”

Antoine de Saint-Exupery

martes, 29 de marzo de 2011

Yo quiero servir a Jesús



Durante la Vigilia de Oración por los Misioneros mártires que organizamos este fin de semana con los jóvenes, leímos este "testamento espiritual" de Shahbaz Bhatti, ministro de las Minorías del gobierno de Pakistán, católico, asesinado el 2 de marzo. El documento fue publicado en Italia en el libro "Cristianos en Pakistán. En las pruebas la esperanza".

Lo compartimos con todos los que no pudisteis asistir.

"Yo quiero servir a Jesús"


Me han propuesto altos cargos de gobierno y se me me ha pedido que abandone mi batalla, pero yo siempre lo he rechazado, incluso poniendo en peligro mi vida. Mi respuesta siempre ha sido la misma: "No, yo quiero servir a Jesús como un hombre normal".
 
Este amor me hace feliz. No quiero popularidad, no quiero posiciones de poder. Sólo quiero un lugar a los pies de Jesús. Quiero que mi vida, mi carácter, mis acciones hablen por mí y digan que estoy siguiendo a Jesucristo. Este deseo es tan fuerte en mí que me consideraría un privilegio el que, en este esfuerzo y en esta batalla por ayudar a los necesitados, a los pobres, a los cristianos perseguidos de Pakistán, Jesús quisiera aceptar el sacrificio de mi vida. Quiero vivir por Cristo y quiero morir por él. No siento miedo alguno en este país.

Muchas veces los extremistas han tratado de asesinarme o de encarcelarme; me han amenazado, perseguido y han aterrorizado a mi familia. Los extremistas, hace unos años, pidieron incluso a mis padres, a mi madre y a mi padre, que me convencieran para que no continúe con mi misión de ayuda a los cristianos y los necesitados, pues de lo contrario me perderían. Pero mi padre siempre me ha alentado. Yo digo que, mientras viva, hasta el último aliento, seguiré sirviendo a Jesús y a esta humanidad pobre, que sufre, a los cristianos, a los necesitados, a los pobres.

Quiero deciros que me inspira mucho la Sagrada Biblia y la vida de Jesucristo. Cuanto más leo el Nuevo Testamento, los versículos de la Biblia y la palabra del Señor, más se reafirman mi fuerza y mi determinación. Cuando reflexiono en el hecho de que Jesucristo lo sacrificó todo, que Dios envió a su mismo Hijo para redimirnos y salvarnos, me pregunto cómo puedo seguir el camino del Calvario. Nuestro Señor dijo: "Ven conmigo, carga tu cruz, y sígueme". Los pasajes que más me gustan de la Biblia dicen: "Tuve hambre,  y me disteis de comer; tuve sed,  y me disteis de beber; era forastero,  y me acogisteis; estaba desnudo,  y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel,  y vinisteis a verme". 
De este modo, cuando veo a personas pobres y necesitadas, pienso que detrás de sus rasgos se encuentra Jesús, que me sale al paso. Por este motivo, siempre trato de ayudar, junto con mis colegas, para llevar asistencia a los necesitados, a los que tienen hambre y sed.

Fiat



Hay momentos en los que no sé si echarme a reír o a llorar. Me deslizo en el asiento del autobús y me subo las gafas de sol.

Supongo que tú sabrás qué haces, cuando me has metido en este berenjenal.

Pues sí, sí que lo sé, Beíta.

Y por un instante, todo se calma.

lunes, 28 de marzo de 2011

Soñando con Mozambique

Para los que sueñan con la misión de Mozambique, en especial para Lucía y Mercedes (¡agosto está a la vuelta de la esquina!)

viernes, 25 de marzo de 2011

Y tú,¿con quién estás?

Marta, responsable del proyecto Redes, introduciendo la exposición

 Ayer jueves tuve la suerte de asistir al encuentro que Redes había organizado en Sevilla, con motivo de la campaña "Cuestión de vida, cuestión debida". En el espacio cedido por el colegio de los hermanos de La Salle pudimos disfrutar de la exposición fotográfica Y tú ¿con quién estás? Yo, con las mujeres de Africa  y de las charlas de Agustín, hermano de la Salle, que fue uno de los primeros en llegar a la zona y poner en marcha el proyecto de Solidaridad con Sur Sudán y Expedita, misionera comboniana, que ya muchos conocéis personalmente, y que trabajó durante ocho años en el norte de Sudán.

La exposición, es un proyecto coordinado entre varias organizaciones, Banta, Umoya, Fundación Sur y Proyde que es la que ahora la presenta en Sevilla. Se trata de una selección de fotos que tiene como objetivos: 

1. Favorecer una actitud solidaria y contribuir a la sensibilización, acercando la realidad de la mujer subsahariana a nuestro entorno.

2.Difundir sus iniciativas en los planos social, económico, político y cultural. 

3.Destacar su papel en la lucha contra la pobreza y en la promoción del desarrollo humano.

4.Ofrecer una visión positiva y constructiva, facilitando el acceso a la información/formación de la situación actual y perspectivas de la mujer africana.

Agustín explicándonos la situación de Sur Sudán

Agustín nos explicó con mucha claridad y entusiasmo el Proyecto Solidaridad con Sur Sudán. que nació tras el acuerdo de paz de 2005 y como respuesta a la terrible situación de devastación en infraestructuras básicas del país, así como la pérdida de varias generaciones en cuanto a formación por las guerras sucesivas. En la actualidad 180 congregaciones conforman este proyecto con el fin de apoyar un esfuerzo inter congregacional de cooperación para el desarrollo en el Sur de Sudan y liderar en la región un Programa de educación y sanidad: que tiene como objetivo primordial la creación de formación de profesionales en educación y salud para mejorar la atención a las necesidad básicas de la población. En terreno cuentan con 27 misioneros de 19 congregaciones, de 17 nacionalidades distintas, repartidos por toda la región.

Expedita entusiasmada recordando a las mujeres sudanesas

Expedita expuso sus vivencias con las mujeres sudanesas desplazadas al norte y de cómo jamás perdieron la esperanza de volver a su tierra. Desarraigadas y sintiéndose ciudadanas de segunda, estas mujeres aún encontraban tiempo para aprender y reunirse después de unas jornadas de trabajo extenuantes. Creo que todos los que estábamos allí vibramos con el relato de Expedita y pusimos intuir cómo es la vida para todas aquellas familias sudanesas desplazadas por el conflicto.

Personalmente, disfruté al máximo de sus testimonios y de conocer más de cerca el proyecto de Redes....¡siempre  es una alegría encontrarse con conocidos y gente nueva que siente PASIÓN por ÁFRICA!


jueves, 24 de marzo de 2011

¡Dale marcha a tu vida!



Marcha de la solidaridad en Granada, este domingo 27 de marzo. Una ocasión para compartir la alegría de la solidaridad con tu gente, con tu familia, con tus amigos y que llegue hasta Brasil, Honduras y Togo.

¡No te pierdas este día y solidarizate!

miércoles, 23 de marzo de 2011

El que pierda su vida...



Hoy jueves 24 de marzo se recuerda a todos los misioneros que han muerto por anunciar La Buena Noticia. Murieron por un amor incontenible, encendido que no podían callar porque era la bienaventuranza para los más pobres y abandonados.

Hoy se conmemora también los treinta años  del asesinato de Moseñor Óscar Romero. Os dejamos un pequeño extracto sobre él aparecido en la página web de los Comités Óscar Romero y os invitamos a poner en oración a todos aquellos que dieron su vida para que otros tuvieran una vida digna, plena y reconfortada por el Amor de un Padre que nunca deja de abrazarnos.

"Tras 25 años se puede afirmar sin miedo: Romero ha cristalizado en la memoria popular y eclesial y hasta en la opinión pública de la sociedad en general como «el mártir latinoamericano por antonomasia», el más conocido y el más universalmente querido, querido hasta por las personas alejadas de la religión. Nos preguntamos: ¿Por qué? ¿Por pura simpatía suya? No, sino por méritos propios. ¿Cuáles?

Romero no abrazó de entrada la teología y la espiritualidad de la liberación; al contrario, fue un gran conservador (por eso fue nombrado arzobispo), pero, al final de su vida, a los 60 años, «se convirtió». Se dejó interpelar y cambió. Asumió muy personalmente esa teología y esa espiritualidad y las vivió con toda coherencia, hasta en grado heroico.

Más: como arzobispo logró institucionalizar la opción por los pobres en su Iglesia local, de forma que la práctica pastoral de su arquidiócesis fue de hecho una encarnación o aplicación concreta de esa teología y espiritualidad. No fue la suya una vivencia personal meramente individual, sino que arrastró consigo la vivencia comunitaria de toda una Iglesia local. Su posición liberadora no fue simplemente práctica, sino que incursionó a fondo en el mundo teológico dando muestras de una lucidez notable. Sus homilías y escritos ocupan hoy ocho volúmenes y son toda una  referencia teológica. Su discurso como doctor honoris causa por la Universidad de Lovaina es una pieza antológica de la teología de la liberación.

Es por todo ello, y no por mera simpatía o por fama aleatoria injustificada, por lo que Romero es, como decimos, un símbolo máximo de la opción por los pobres, o lo que es lo mismo, de la teología y de la espiritualidad de la liberación latinoamericanas. Hay otros muchos mártires latinoamericanos, pero ninguno reúne en sí esta realización eminente de la opción por los pobres, tanto en su propia persona como, a través de ella, en una Iglesia local, con un respaldo teológico tan serio, y con la rúbrica y el aval del martirio."

martes, 22 de marzo de 2011

Marcha Solidaria en Granada




El próximo mismo fin de semana (domingo, 27 de marzo),tendrá lugar en Granada la XVII Marcha de la Solidaridad. Es una manifestación pacífica y festiva donde tenemos una nueva oportunidad de mostrar nuestro apoyo a los más necesitados y reivindicar que otro mundo es posible.

El lema de este año es: Dale Marcha A Tu Vida, Solidarízate. Saldremos del colegio de Regina Mundi (en la calle Arabial 63) a las 10:00 de la manaña, realizaremos un recorrido por las calles céntricas de Granada terminando en el Plaza de las Batallas a las 13:00horas. Con nuestra participación colaboramos en 3 proyectos de desarrollo social. Este año uno es de la congregación de las Esclavas de Imaculada Niña y está destinado al mantenimiento del Comedor María Menina en Salvador de Bahía (Brasil).


En la imagen de abajo podéis leer más sobre este último proyecto y, sobre todo....¡¡¡animaos a participar!!!




Proyecto Comedor María Menina-Brasil

Fui peregrino y me acogiste



“Porque tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; fui peregrino y me hospedaste” Mt 25, 35
 Sor Valeria Ruiz

“En mi pueblo era alguien, en cambio aquí soy nada”, “La vida para mi es lo peor”, “Aquí hay trabajo solamente para los ricos, los pobres no encuentran más que las migajas”, “He salido de mi país con la esperanza de un futuro mejor”.

Estas son las expresiones de algunos rostros del  Cristo sufriente de nuestro hoy, personas que hasta ahora no han tenido la oportunidad de una vida digna y justa. Mi actual experiencia de apostolado aquí en Londres, como religiosa y estudiante, está marcada por la mirada de Dios a través de muchos hombres y mujeres  inmigrantes que esta tierra acoge. Es increible ver la diversidad cultural, nacionalidades, rostros, lenguas, etc., en un mismo lugar. Para mi se ha vuelto normal encontrar por la calle hindúes, árabes, tailandeses, africanos, latinos, chinos, rumanos, polacos y de otras partes del mundo, todos salidos de sus países en busca de mejores condiciones de vida. 
 
Hace poco tiempo que he comenzado mi apostolado junto con los padres maristas y un grupo de jóvenes que, llenos de entusiasmo y con gusto colaboran con mucha generosidad y espontaneidad. 
Dos cosas importantes forman parte de este apostolado:

1. Preparar la comida para los que llegan, la mayoría inmigrantes en condiciones de extrema pobreza. Tratamos de ofrecerles lo mejor, la alegría de compartir el pan que tantas veces les es difícil encontrar.

2. Escucha y acompañamiento. Muchos de ellos vienen y comparten con nosotros la angustia que traen en su corazón, tienen una gran necesidad de ser escuchados, acompañados, recibir un saludo, una sonrisa, una palabra de ánimo; pero teniendo en cuenta mi limitación para expresarme en sus leguas  o bien en inglés en modo fluido y claro, dado que lo estoy aprendiendo, son ellos los que me están enseñando y ayudando a comprender mejor el lenguaje del amor, de la acogida, de la caridad, de la alegría que viene de Dios y evidentemente con ellos me estoy ejercitando en el hablar y comprender cada día mejor el idioma y tener la alegría de decirles que son los predilectos de Dios. 

No puedo hacer más que dar gracias a Dios por el don de la vocación misionera y comboniana que he recibido, ya que ahora son estas personas las que me están ayudando  a vivir mi consagración al estilo de San Daniel Comboni

viernes, 18 de marzo de 2011

La cara y la cruz



A veces cuesta ver Vida en el sufrimiento, en la dificultad, en la vejez, en el día a día, en lo rutinario, en lo doloroso...en la Cruz. Pero El Dios de la Vida está ahí presente, haciendo posible lo imposible e iluminando nuestras limitaciones.

"La Cruz nos revela a Dios en su Sí eterno de una ternura incansable, que no cesará nunca de rodearnos y de esperarnos hagamos lo que hagamos…"   
Otro modo de ver al hombre , de M.Zundel

jueves, 17 de marzo de 2011

Bupilo, Vida para las mujeres



Al llegar a Kalabo, a finales del 2008, me propusieron trabajar en el campo de la mujer y empezar estudiando la situación social de ésta en la zona. Apenas llegada a Zambia y sin saber mucho sobre su realidad, accedí con el entusiasmo que da embarcarse en algo nuevo y desconocido.

Kalabo es un pequeño pueblo perteneciente a un distrito del mismo nombre que abarca un área de 17.447 km² en la zona oeste de Zambia, un área inmensa donde por supuesto no hay carreteras y los caminos son impracticables la mitad del año debido a las inundaciones del río Zambezi, que se producen cada año desde Diciembre hasta Junio. El único acceso a la pequeña ciudad de Mongu se hace con botes y los viajes de solo 60 Km de distancia, conllevan unas 6 horas mínimo. Esa zona es conocida por el nombre de Barotziland, la tierra de la tribu Lozi, una población de 140.604 habitantes aproximadamente.

Las condiciones de vida no son fáciles y la gente se dedica mayormente a la agricultura, pesca, pequeños comercios, recogida de leña y producción de carbón, recolección de paja para la construcción de casas, todo esto parte de una economía de base familiar. En la zona hay un pequeño hospital del gobierno y escuelas diseminadas en el distrito que dan también trabajo a funcionarios, pero el número de empleados con un sueldo fijo es reducido. A las dificultades económicas de la gente se une el grande problema del Sida, del que la mayor parte de la población está infectada.

Como suele ser común en muchos lugares de África, el peso del trabajo recae sobre las mujeres que se dedican a la agricultura y al cuidado de la familia extendida. A mi llegada, lo primero que hice fue intentar conocer mejor la situación de las mujeres en la zona y para ello empecé una “exploración” de la realidad de la mujer ayudada enormemente por las hermanas de la comunidad, mujeres locales y el párroco de la misión. Durante casi un año se hizo un cuestionario, reuniones con mujeres, visitas a las casas y finalmente partiendo desde las necesidades y deseos de la mujeres se empezó el proyecto que llamaríamos Bupilo, que en la lengua silozi significa Vida. 

Este proyecto incluyó inicialmente a 40 mujeres que venían regularmente al centro para hacer cursos de alfabetización, inglés, Biblia, corte y costura, agricultura y encuentros de diversos temas dirigidos al desarrollo humano integral de la persona. Todas empezamos con gran entusiasmo y al poco, con la llegada de otra hermana a la misión, el proyecto se amplió a las chicas de edades comprendidas entre los 16-20 años, chicas que nunca fueron escolarizadas o dejaron la escuela tempranamente debido mayormente a embarazos. Para estas chicas se creó un programa de escuela informal que esperamos que las ayude en su madurez,y a algunas incluso a seguir su educación en la escuela gubernativa.

Al cabo de tres años de mi estancia en Kalabo he visto el programa desarrollarse por sí solo debido sobre todo, a la pasión de las mujeres y chicas por aprender y desarrollarse, como una semilla que se planta y sin saber cómo un día te encuentras que ha germinado y otro que se convierte en una planta, y otro que ya da frutos, y eso expresa mejor que nada que el proyecto de Bupilo sea efectivamente Vida que sigue su curso y alimenta las esperanzas de muchas mujeres aquí en Kalabo. Actualmente las mujeres son 70 y las chicas 30 y se espera que el curso que viene los números aumenten al mismo tiempo que los deseos de enriquecerse mutuamente, como pasa cuando entras en contacto con estas mujeres en las que, a pesar de tantas dificultades que llevan, la vida salta en exhuberancia.


M. del Rosario Fernández Ramiro

Un Via Crucis...diferente



Lo hemos encontrado gracias a la página de Odres nuevos

lunes, 14 de marzo de 2011

Desde África para el mundo

 
 
 
 
Soy Kimala Nanga Benjamine, Misionera Comboniana de nacionalidad Chadiana. Nací en el norte del Chad (Abèche) que era casi 100% musulmana pero había dos capillas cristianas: una protestante y otra católica. Los católicos nos encontrábamos todos los domingos por la mañana para la celebración de la Palabra porque no había sacerdote para la celebración Eucarística y por la tarde los más mayores (15-16) nos reunían para darnos catequesis. Era un movimiento católico que se llamaba “Coeur Vaillant” que sería en castellano “Corazón Valiente “, actualmente este movimiento se denomina en lengua local: “Kemkogui” es decir “Un solo Corazón”. Son los niños de 7 a 14 años, sin excluir los que tienen menos o más edades, pero que manifiestan la buena voluntad de participar al grupo.

Celebrábamos la Misa una vez al año por falta de sacerdotes y la carretera que no favorecía el viaje de sacerdotes desde del Sur al Norte. Por eso venía sólo un vez al año (en Pascua) donde se podía bautizar, celebrar el Sacramento del matrimonio cristiano y animarnos a seguir adelante, aunque fuéramos una minoría en medio de los musulmanes.

El deseo de hacerme religiosa surgió en mi gracias a una amiga que vino del sur y que es muy cristiana; compartiendo con ella, me habló de las religiosas y a lo que se dedican. De todo lo que me había dicho, me quede con esta frase: “se Consagran a Dios para anunciar su Evangelio”. Desde entonces esta palabra ha sido para mí una luz que nunca se ha apagado hasta hoy, gracias a Dios.

Mi fe y mi vocación se hicieron más profundas poco a poco y empecé a preguntarme qué era lo que el Señor quería de mí. Un día, me encontré con un librito titulado “África o muerte” que hablaba de un Profeta, misionero y Padre de África: Daniel Comboni y cómo luchó en un tiempo donde existía la esclavitud, para liberar a los africanos convencido de que la Sangre de Cristo había sido derramada también por los africanos y de que teníamos Alma como los europeos. Hasta morir en Tierra africana a la edad de 50 años. Desde entonces, yo me dije, “Si Daniel Comboni, que era europeo, entregó su vida por los africanos, ¿por qué no puedo hacerlo yo también, que soy africana?”

Conocí las Combonianas a través de los padres Combonianos de mi parroquia. Cuando pensé en entrar en la Congregación de las Hermanas Misioneras Combonianas, me encontré con muchas dificultades: por una parte el nivel de estudio, porque me pidieron un nivel de estudio que en mi país es difícil conseguirlo, y por el otro lado por mi familia, pues mis padres y hermanos pensaban que con mis estudios podía conseguir un buen trabajo y ayudarles a ellos que tanto lo necesitaban. Intentaba dialogar siempre con mis padres y hacía el acompañamiento espiritual también. Gracias a Dios respetaron mi opción. Ahora, mis padres y toda mi familia se sienten muy orgullosos de tener una hija Misionera y se sienten misioneros como yo; quizás más que yo. En todo este proceso, me iluminó y sigue iluminándome esta Palabra de Jesús: “él que deja a su madre, padre, hermanos, tierra y casa por el Evangelio, recibirá el doble”; pues para mí era difícil dejar a mi familia y a mi pueblo, pero cuando uno se deja aferrar por Dios abandonándose en su voluntad, todo se resuelve y coge sentido desde la Fe en Él.

Hice mi primera formación en la República Centroafricana (Bangui) y en la República Democrática del Congo (Kinshasa. Después de mi profesión religiosa misionera (los votos) me mandaron aquí para el estudio.

Siempre doy Gracias al Señor en mis oraciones por el don de la vocación religiosa misionera comboniana que me ha regalado. Es verdad que no he llegado todavía a la meta, pero confío en su fidelidad misericordiosa e infinita.

sábado, 12 de marzo de 2011

Pequeñas cosas injustas


Pequeña cosa injusta nº1:


-Hola, buenos días, llamaba para que recogieran un paquete-

-Sí, por supuesto, dígame la dirección- se la digo-Disculpe, pero no trabajamos en esa zona-

-¿Cómo que no trabajan en esta zona?-

-No, lo siento, pero es que el repartidor no entra ahí. Si me proporciona la dirección de su domicilio, recogeremos el paquete ahí-

-Ya, pero es que resulta que el paquete se envía desde mi lugar de trabajo y ni quiero, ni tengo porqué dar la dirección de mi casa-

-Lo siento, pero es que el repartidor no entra ahí- y vuelta la burra al trigo-

-Pues es que resulta que yo también vivo aquí en este barrio, fíjese usted-

-Entonces, lo siento mucho, pero el repartidor no va a entrar-

Fin de la historia de pequeña cosa injusta nº1: Tuve que dar la dirección de un amigo que vivía en el centro de la ciudad. Todo eso, después de dos semanas en las que vimos que era imposible que la empresa accediera a recoger el paquete en nuestro barrio.

Pequeña cosa injusta nº 2:


Estoy sentada en la parada. He quedado para tomar unas cervezas en el centro. Antes de que me dé cuenta, el autobús está llegando. Me levanto como un resorte y agito la mano, pero va tan condenadamente deprisa, que ni me mira. Quince o veinte minutos después, veo venir otro y literalmente, me planto en mitad de la calle haciendo señales. Se para y monto. Poco después, ya en la zona del centro, el conductor se para en una parada en la que están sentados tranquilamente unos niños preciosos y unas madres bien vestidas. Nadie le ha hecho señales y nadie se monta, pero él se ha parado sin prisa alguna.


Fin de la historia de pequeña cosa injusta nº 2: Conclusión, en mi barrio los conductores ni miran siquiera si hay alguien en la parada. Pasan que se las pelan y les da igual si algún vecino quiere montarse. Si estamos en el centro, ya es distinto. Se ve que no les da miedo pararse todo el tiempo qe haga falta, les hagan señales o no.


Pequeña cosa injusta nº 3: Enero-Recorrido inicial de la Cruz de los Jóvenes por la ciudad en la que vivo. La primera parada en la parroquia de mi barrio. Febrero-Tríptico que la Diócesis nos manda...hemos desaparecido del itinerario.

Fin de la historia de pequeña cosa injusta nº 3: A estas alturas no sé qué razones de peso se han argüído para que la Cruz no venga a visitarnos. Supongo, que no quedaría bien en la foto. Mañana, me presento in situ a ver de qué va todo esto de la Cruz de los Jóvenes...en el centro de la ciudad.

La libertad que Dios quiere




Dame tu libertad.
No quiero tu fatiga,
no, ni tus hojas secas,
tu sueño, ojos cerrados.
Ven a mí desde ti,
no desde tu cansancio
de ti. Quiero sentirla.


Tu libertad me trae,
igual que un viento universal,
un olor de maderas
remotas de tus muebles,
una bandada de visiones
que tú veías
cuando en el colmo de tu libertad
cerrabas ya los ojos.
¡Qué hermosa tú libre y en pie!


Si tú me das tu libertad me das tus años
blancos, limpios y agudos como dientes,
me das el tiempo en que tú la gozabas.
Quiero sentirla como siente el agua
del puerto, pensativa,
en las quillas inmóviles
el alta mar. La turbulencia sacra.
Sentirla,
vuelo parado,
igual que en sosegado soto
siente la rama
donde el ave se posa
el ardor de volar, la lucha terca
contra las dimensiones en azul.


Descánsala hoy en mí: la gozaré
con un temblor de hoja en que se paran
gotas del cielo al suelo.
La quiero
para soltarla, solamente.
No tengo cárcel para ti en mi ser.
Tu libertad te guarda para mí.
La soltaré otra vez, y por el cielo,
por el mar, por el tiempo,
veré cómo se marcha hacia su sino.
Si su sino soy yo, te está esperando.


Pedro Salinas

martes, 8 de marzo de 2011

Felicidades, mujer



¡En este Día Internacional de la Mujer, las Misioneras Combonianas felicitamos a todas las mujeres del planeta!

Felicidades a ti, mujer, que donas vida en cada lucha tuya y en cada trabajo que realizas.

Felicidades a ti, mujer, que incansablemente reivindicas tus derechos y, que a pesar de las resistencias sigues adelante con valentía y audacia.

Felicidades a ti, mujer, que sabes mirar las injusticias del mundo, y no cruzándote de brazos haces algo concreto por cambiar esas situaciones.

Felicidades a ti, mujer, que desde cualquier foro levantas tu voz a favor de los pobres, de los excluidos, de los olvidados, de los marginados y explotados.

Felicidades a ti, mujer, que en tu casa, en tu trabajo, en tu cultura, país y mundo sabes vivir tu vocación con entusiasmo, convicción y entrega.

¡Felicidades a ti, mujer, que eres madre, hermana y amiga! 

Nos han felicitado de esta manera desde América nuestras hermanas combonianas....¡gracias!

domingo, 6 de marzo de 2011

La mano de mi padre




Qué grande es la mano de Dios.

La mano de Dios es como la de mi padre.

Grande. Caliente. Un poco áspera.


Cuando Dios me sienta en la palma de su mano, yo la recorro como una niña.

Y Él, me deja hacer.


Qué grande y ancha es la mano de Dios.


Juego entre sus dedos

y descanso en el centro

mirando hacia arriba,

Me acurruco en su pulgar

miro las líneas de la palma de su mano

y busco mi nombre entre las trenzas.


Y encuentro mi nombre ahí

justo donde termina su mano

está escrito letra por letra

y yo puedo pasar mi índice diminuto sobre él y recorrerlo al mismo tiempo que Dios me mira.


"Estoy aquí" le digo asombrada.

"Claro"-contestas riendo- cuando naciste me escribí ahí tu nombre

para que supieras que formas parte de Mí, como Yo de ti

y que, aunque tú me olvidaras,

Yo jamás podría hacerlo"


Qué grande es la mano de Dios.
La mano de Dios es como la de mi padre.
Grande. Caliente. Un poco áspera.

Cuando Dios me sienta en la palma de su mano, yo la recorro como una niña.
Y Él, me deja hacer.

Qué grande y ancha es la mano de Dios.



viernes, 4 de marzo de 2011

Mujeres sin hombres


Este lunes tuve la suerte de ir al cine con mi madre (incondicional de lo que le proponga, ya sea cine iraní o exposición de arte hispano-japonés) "Women without men" (2009), de la directora Shirin Neshat. Como ya sabéis, mi fuerte no es hacer disecciones artísticas, así que simplemente comentaré lo que me produjo contemplar esta historia sobre cuatro mujeres iraníes durante el verano de 1953 en Teherán.


Es una película para paladear y no hacer preguntas mientras la contemplas. El tiempo se colapsa y todo y nada sucede a un tiempo. Por un lado, las revueltas civiles ante la injerencia británica; por otro, cuatros mujeres que buscan una salida y confluyen en un mismo lugar. El jardín, el agua, el velo, las flores reales y creadas, los hombres. La fotografía es inmensamente rica, preciosa; las protagonistas, soberbias. El realismo mágico brota de cada fotograma, pero sin que disminuyan las bofetadas de realidad a través de la vida de Munis, Faezeh, Fakhri y Zarin. La dignidad y el ansia de conducir su propia existencia, le pese a quien le pese.

Y, por encima de cualquier cosa, la libertad.



Zambia y el detergente


Porque mi admiración y cariño por las mujeres zambianas se eriza cuando lee cosas como ésta....

 

Un aviso que se difunde en la televisión pública y privada de Zambia, muestra a un hombre arrastrando a su esposa hasta el jefe de la aldea y quejándose de que ella no sabe lavar la ropa.


“Esta mujer no sabe cómo se lava. Y usted entiende qué significa eso para un hombre como yo en esta aldea”, dice el hombre.
“¿Qué?”, pregunta el jefe.
“Necesito el divorcio”, responde el hombre.
“En nuestra tradición no hay manera de que una mujer no sepa lavar. Jovencita, usted está destruyendo su propio hogar”, dice el jefe, reprendiendo a la muchacha.

Entonces, la esposa del jefe intercede en nombre de la joven y le presenta un nuevo detergente que solucionará todos sus problemas. Así, la pareja vive feliz hasta el fin de sus días.

Otro aviso empieza en un tono diferente, mostrando a un hombre que lava la ropa. La primera vez que lo vi pensé: “Por fin, esto marca un equilibrio”. Hablando en lengua bemba, el protagonista dice: “Lo que me sorprende es que seamos los hombres los que sepamos tanto sobre detergentes. Ahora no hay por qué casarse”.

Sigue leyendo en Periodismo humano

jueves, 3 de marzo de 2011

Sobre toses y Magnificats




Cuando estuve el otro día en Madrid, mientras paseábamos al sol de camino a la misa de "los guadalupanos", Rosario me contestó a una de mis explicaciones: "¡Bueno, tú es que estás siempre en periodo de ebullición!". Y nos reímos. Y tuve que confesar que sí, que yo siempre estoy en período de ebullición y que todo es siempre muy monumental e importantísimo y "decisivísimo" en cada momento que vivo. Vamos, que a Beatriz, le preguntes cuando le preguntes, siempre está en una etapa super intensa y vital en extremo.


Claro, después pasa lo que pasa.


Que Beatriz vivie siempre al borde del colapso emocional, porque siempre hay una decisión "importante y que cambiará el rumbo de su vida en un grado jamás sospechado por la raza humana". Y eso agota. Y mucho. Porque hay momentos en los que me parece que todo es significativo (y cuando digo todo...es todo), irremediable, apremiante, urgente y tan importante para el resto de mi existencia que, simplemente, mis sentidos estallan. Además, es una carga demasiado pesada, por mejores que sean mis intenciones (que, aunque os parezca mentira son escuchar y hacer lo que Dios me sugiere).


Supongo que, en el fondo, siempre tengo miedo a equivocarme y a no estar a la altura de las expectativas (sí, lo confieso, Sus expectativas) y todo eso me deja sin fuerzas y con un montón de preguntas que pesan como toneladas. Pero para esos momentos, también están las amigas, y una a la que quiero mucho me lanzó el Magnificat, como quien lanza un mensaje en una botella y yo (raro, pero los milagros ocurren) la cogí y la abrí.


Entonces, descubres o recuerdas, que Él ya te ha visto entera de arriba a abajo. Vaya que sí.

Y que todo eso que te parece tan sumamente horroroso y terrible y digno de esconderse

bueno, pues tampoco es para tanto,

porque Él ya sabe que está ahí

y por ahora (que sepas, por lo menos)

no ha mandado rayos carbonizantes ni dragones con lenguas de fuego a comerte de un bocado.


Y que su ternura y su predilección por ti, va mucho más allá

de tus agobios

tus neuras

tus ansias de adivina

y, por supuesto, de tus planes.


Porque, vaya, vaya, Beíta

esto no va de hacer

sino de dejarse hacer

y tú no puedes saber cómo acabará el invento.


Pero, ven, y escóndete aquí, que es donde quieres esconderte

y déjate que te quiera y déjate que te sonría y déjate, déjate...déjate.


Esta noche, antes de apagar la luz, con los jarabes y pastillas para mis toses varias en la mesita de noche, intentaré recordar que no tengo que llegar a ninguna meta. Que Él ya pensó que "estaba bien hecha" cuando me creó y que seguro que todos esos agobios no vienen de su mano porque, haga lo que haga y termine donde termine, me va a seguir queriendo exactamente igual.


Qué descanso.
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