sábado, 29 de enero de 2011

¿Sólo a veces?



A veces me siento pequeño… por tantos motivos. Porque no acierto. O no hay ganas, o fuerzas, o motivos. Porque me encuentro solo. O me parece que nadie me entiende. A veces me aburro, me inquieto, no está por ningún sitio la pasión, la intensidad, la ilusión o la alegría. Faltan las ideas, las palabras. Me parece que no amo bien a los otros. Y tampoco sé acoger el cariño o la delicadeza que alguien pone en mi vida … Ayúdame, Señor

A veces me siento absurdo…porque no sé lo que creo. Me pesan las contradicciones. Me pregunto cuál es mi lugar en el mundo, y luego hasta esa pregunta me parece imposible. Sobran las palabras, pero los silencios también muerden. Quisiera ser sincero, pero siento que vivo a medias. Me pregunto por el futuro, por los estudios, el trabajo, la familia, los amigos, los pobres, los ricos… Me dan miedo las preguntas: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo será esto?... y me dan miedo las respuestas…Ayúdame, Señor.

Palabras de un Dios enamorado a cualquiera de nosotros.

No temas, que yo te he elegido, te he llamado por tu nombre. Tú eres mí a.Si pasas por aguas profundas yo estoy contigo. Si cruzas grandes ríos no te anegarán. Si pasas por el fuego no te quemarás, ni las llamas te consumirán, porque yo soy tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador. Eres preciosa a mis ojos, eres estimada y te amo. No temas que yo estoy contigo (Is 43,1-5)

 Lo hemos leído en Vocaciones jesuitas

domingo, 23 de enero de 2011

Hijo mío




"Hijo/a mío/a que estás en la tierra, preocupado/a, solitario/a y tentado/a.

Yo conozco perfectamente tu nombre y lo pronuncio como santificándolo, porque te amo.

No, no estas solo/a, sino habitado/a por mí, y juntos construimos este reino del que tú eres heredero/a.

Me gusta que hagas mi voluntad, porque mi voluntad es que tú seas feliz, ya que la gloria de Dios es la persona viviente.

Cuenta siempre conmigo y tendrás el pan para hoy; no te preocupes, sólo te pido que sepas compartirlo con tus hermanos y hermanas.

Sabes que perdono todas tus ofensas , antes incluso de que las cometas, por eso, te pido, que hagas lo mismo con los que a ti te ofenden.

Para que nunca caigas en la tentación, cógete fuerte de mi mano y Yo te libraré del mal, querido/a mío/a."



¿Qué hacemos en los encuentros misioneros?




Supongo que algunos de los que os asomáis al blog, os habréis preguntado alguna vez qué hacemos en nuestros encuentros mensuales de jóvenes misioneros. Carmen nos explica cómo discurrió el último de esos fines de semana. ¡Estáis todos invitados al que celebraremos en febrero!

CONVIVENCIA DE ENERO (15-16)

"La mezcla de fe, juventud, experiencia e ilusión, es lo que garantiza el flujo de energía positiva y limpia que hace frente, muchas veces inconscientemente, a lo que el mundo impone hoy. En muchos rincones, iglesias y casas hay gente de buena voluntad, reuniéndose con entusiasmo por seguir descubriendo la Palabra de Dios, por seguir compartiendo experiencias de vida, por conocer personas con las mismas inquietudes o que van contracorriente, cuando la corriente hoy es más fuerte que nunca.

Esto es lo que pasa en los encuentros de jóvenes en casa de las combonianas. Lo primero y más significativo, es que vuelves siempre diferente, y eso es garantía de que lo que ha sucedido esos dos días es algo importante. Tenemos la compañía más preciosa, la de un Jesucristo, encantado de ser protagonista de pensamientos, experiencias,reflexiones y sueños.

Este mes hemos tenido la suerte de ser más gente (poco a poco crecemos) y de poder compartir en cada encuentro un poco más de nosotros mismos.

Comenzamos con una oración muy bonita, preparada por Bea, que entre titulares, lectura y canciones dio inicio a lo que sería un tiempo de silencio muy enriquecedor. Pusimos sobre la mesa la actualidad, dura y ausente de amor, para después acariciarla con la oración que Dios nos dedica a cada uno de nosotros.

A continuación Jorge y Alexia, un matrimonio de jóvenes comprometidos, nos dejaron a todos con la boca abierta, no por sus aventuras (muchas), sino por el espíritu con el que las viven. Recién llegados de Mozambique, nos quisieron hablar de ésto y de lo que está siendo la verdadera misión de su vida: “cumplir en cada momento la voluntad de Dios”. Así nos lo transmitieron, una misión no es un viaje aislado, ni un periodo corto de entrega, la misión del cristiano es estar a la escucha constante de la voz del Padre. Por eso su entusiasmo es contagioso, porque no hay nada más auténtico que una persona que se siente amada por Dios.

Juntos y por separado, han estado en muchos países contemplando en primera línea la realidad del mundo. Con su matrimonio, unificaban el camino y seguían caminando hacia nuevos destinos: Etiopía, Mozambique....alternando con experiencias tan humanas como la de estar en una casa con adolescentes provenientes de familias desestructuradas, en Madrid. En definitiva, pudimos compartir con mucha alegría, su generosidad, sus ilusiones y su fe, todo vivido en pareja, y realmente fue una tarde fantástica.

El sábado terminó con la hospitalidad “única” de la comunidad de Combonianas de Madrid, cenando todos juntos en el comedor. Y después buscando la unidad de los hermanos en la vigilia por la paz.

El domingo amaneció de la mejor forma posible, con otro ratito para el Señor, en la capilla. A continuación la catequesis, que dio Expedita, hablando de la paz, y del hermoso mensaje de Jesucristo, de no devolver violencia, sino pedir por la transformación del agresor. Y como los cristianos debemos ser un freno, ante la deshumanización y la falta de amor y de perdón.

La reflexión no podía ser otra, que un análisis sobre nuestra propia violencia, esa que no se ve en los puños, sino en malas contestaciones, indiferencias, gestos, etc. Compartimos cosas interesantes, los que estábamos allí, y fuimos a llevar todas las conclusiones al altar, a celebrar la Eucaristía todos juntos.

Y con ese gustillo en el corazón, por las cosas descubiertas y una sonrisa en la cara, nos despedimos, nos vamos cada uno a su rincón, y en febrero nos volveremos a encontrar...si Dios quiere,claro."

Carmen

Esperar en Dios




"Como busca la cierva

corrientes de agua,

así mi alma te busca

a ti, Dios mío;


tiene sed de Dios,

del Dios vivo:

¿cuándo entraré a ver

el rostro de Dios?



¿Por qué te acongojas, alma mía,

por qué te me turbas?



Espera en Dios, que volverás a alabarlo"



Fragmentos del Salmo 41


Antes era mucho más paciente. Es más, me sentía orgullosa de mis esperas existenciales, de mi obstinada fe en que tras la espera todo llegaría. Mi plan era, más o menos, sentarme y esperar.

Ahora soy mucho más impaciente. Quiero sentir ya, oír ya, saber ya, actuar ya, recibir ya. Ya. Ahora. Para mañana ya es tarde.

Sé que estás por ahí y espero. Con poca paciencia, pero es que la sed que tengo me hace correr en busca del agua. Es esa nostalgia continua de Ti que nos hace movernos, y no enfangarnos en el pasado. Curioso, ¿verdad? Una nostalgia que me mueve hacia delante.

Y luego está, también lo reconozco,

el recuerdo de esa promesa

que nunca rompes

y que, de alguna forma,

sonríe con la urgencia que te tengo.

sábado, 22 de enero de 2011

Primeros resultados en Sudán


Ayer viernes se hicieron públicos los primeros resultados del referendum para la independencia del sur Sudán. Por ahora, se ha hecho el recuento del 100% de los votos en el norte y un 98/7 % en el sur. Aunque pueden variar, es poco probable que se revierta el resultado:

- 1.4% votó por la unidad (44,518 votos),
- 98.6% votó por la independencia (3,138,803 votos).

El pueblo quiere ya celebrar su independencia pero el gobierno del sur le ha pedido de no celebrar anticipadamente para no molestar al norte, y así lo están haciendo pues hay calma en Juba, capital sureña.

Los resultados oficiales se darán a conocer entre el 7 y 14 de febrero.

viernes, 21 de enero de 2011

El consuelo



"¿Para qué nos va a preocupar que los templos se vacíen, que los sacramentos no se frecuenten? ¿Cuál es el único sacramento que instituyó Jesús? El consuelo. Todos los profetas gritaron tanto como Jesús en nombre del Dios de Vida: Consolad, consolad a mi pueblo(...)

Mientras vayamos a cualquier otro lugar a buscar a Dios, no lo encontraremos. Está muy ocupado entre los que lloran a sus hijos muertos, entre los enfermos del hambre. No es que no quiera escucharnos. Es como cuando vamos a un funeral de un amigo íntimo que termina de enterrar a un hijo, a muchos hijos. No puede hacernos caso, no porque no quiera, sino porque su corazón está tan ocupado por el dolor que no da para más."

jueves, 20 de enero de 2011

Relatos de portería




Cosas de la vida, ahora trabajo en la portería de un centro. Yo me llamo la pinche, porque lo mismo valgo para un roto que para un descosido. Manejo papeles, atiendo diligentemente el teléfono, rompo platos de macarrones en el comedor, cambio algún pañal y hago fotocopias. Por ahora, nadie me busca y todos esperan ver a otra persona (que, evidentemente, nunca soy yo) para solucionar sus problemas.

La mayoría de las veces, mi respuesta a sus preguntas siempre es "no".Cuando lo que gustaría decirles es "sí, por supuesto".
Cada uno de los que se asoman a la puerta viene cargado, agobiado, descreído, agotado.
Cada uno de los que se asoman, espera que se produzca un pequeño milagro (o un gran milagro)

Por mis manos y por mis oídos pasan, casi rozando, informes que destripan la historia de su vida Casi siempre, igual que la del informe anterior y en la que sólo cambia lo anecdótico. Y, sin embargo, es esa anécdota la que se me queda pinchando en el corazón. Y sólo puedo pasar el informe al ordenador y poco más. Bueno, y sonreír y desear los buenos días, se asome quien se asome.

Cuando estoy en portería me pregunto cómo se traduce la Buena Noticia aquí. Entonces, intento recordar que Dios también debe de estar algún modo en las fotocopias de lecto escritura, en la pasta de dientes de fresa, en las listas de Centro Abierto.

Y en el dintel de la puerta.

sábado, 8 de enero de 2011

Oración por Sudán



Mañana se celebran el decisivo referendum en el que una parte de los sudaneses decidirá su independencia. Sudán del Sur deberá decidir en un Referéndum si se queda unido al norte –islámico-musulmán– o se convierte en la nación africana más joven. Antes y después de la independencia de Sudán, en 1956, hubo una serie de guerras civiles, la última de las cuales culminó en 2005 con la firma del Tratado de Paz entre el gobierno árabe-musulmán del norte y la población negra-cristiana o animista del sur. El pacto comprendía que después de 6 años se llevaría a cabo un Referéndum de Autodeterminación.

El pasado 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz, en todas las diócesis de Sudán se lanzó la campaña: «101 días de oración por la paz en Sudán» como preparación al Referéndum. La cruzada concluyó el presente 1 de enero, Día Mundial de la Paz. El tema central de esta campaña fue: «Cambia el corazón y cambiarás al mundo».

 
El equipo coordinador preparó una oración (traducida en varias lenguas locales) que se recitó después de la comunión en todas las iglesias de Sudán, en las casas religiosas y de formación, en las reuniones de grupos parroquiales, en las radios locales y las escuelas. Además, se prepararon 14 temas correspondientes a las 14 semanas de dicho periodo (entre el 21 de septiembre y el 1 de enero) que abordaron temas como: la labor de la educación en la promoción de paz y su relación de ésta con el desarrollo, la justicia, el cuidado de la Creación, los pobres y la paz dentro del núcleo familiar, entre otros. La fuerza de esta campaña radicó en que la Iglesia en Sudán fue quien la realizó. La oración y los temas se rezaron y discutieron tanto en las aldeas del sur como en los campos de refugiados del norte. A las amenazas y pronósticos de guerra, la Iglesia en Sudán responde con un grito: «Queremos paz, Señor, danos tu paz».


Si quieres unirte para orar porque el referendum transcurra de forma segura, pacífica y justa y para que la PAZ sea una realidad en todo el Sudán, puedes hacerlo con la oración que desde hace meses une a sudaneses y gente de todo el mundo.


Señor Jesús, Tú nos dijiste:


“Mi paz os dejo. Mi paz os doy”.


Protege a nuestras hermanas y hermanos en Sudán mientras deben afrontar este momento del referéndum. Mándanos a tu Espíritu para que nos guíe.


Concédenos la sabiduría que necesitamos para elegir nuestro futuro, porque así conoceremos tu paz verdadera. Sácanos de la esclavitud, de la opresión y la persecución, para que podamos tener vida en abundancia.


Concédenos la paz entre nosotros. Concede la paz entre los grupos étnicos.


Ayúdanos a trabajar juntos por el bien de todos.


Te lo pedimos en tu nombre, Jesús, nuestro Señor. Amén.


María, Reina de la Paz, ruega por nosotros.

 Si quieres saber más, visita la página internacional de las combonianas.

martes, 4 de enero de 2011

El mar de Zambia




Dice un proverbio lozi (Zambia) que siguiendo el río, encontrarás el mar. Obvio, supongo.



Pero es difícil llevarlo al día a día. Dejarse llevar por la corriente del río, implica dejar de nadar y confiar en que el curso del agua acabe llevándote a algún sitio seguro. Pero tengo que admitir que yo no soy de las que se dejan llevar a ninguna parte: no, al menos, sin patalear, bracear y chillar durante un buen rato.



Dejarse llevar por Dios hacia donde Él quiera que estés. No hay mayor libertad, ni mayor seguridad, ni mayor ternura.



Sé que este año aterrizaré en alguna playa, pero aún no puedo saber cuál, ni cómo llegaré al final del viaje. Estoy en el agua y tengo que confiar, igual que hice antes de embarcarme a Zambia. Aunque me resista a veces, en el fondo sé que Él me hará llegar al mar.

lunes, 3 de enero de 2011

Porque allí se oye mejor la voz de Dios



Este es el testimonio de Carmen, después de dos meses en Xexicha, Etiopía, en una de las comunidades que las misioneras combonianas tienen en el país. África limpia nuestra mirada y nuestra conversación con Dios, tal y como ha experimentado Carmen.

Y como la misión también es transmitir lo vivido en nuestro país de origen, os dejamos con lo que tiene que contarnos:

“El no entender las cosas no va a evitar que sigan siendo siempre así. Pero podemos..."

Xexicha, septiembre 2010.Etiopía.

Llegar no es difícil, cuando tienes ilusión y cuando sientes en el corazón que es “exactamente” lo que tienes que hacer en este momento de tu vida.

Los primeros días todo te supera, pero no hay reacciones, solo ojos muy abiertos, y la cabeza que no trabaja a su ritmo normal, porque no esta habituada a ciertos “contrastes”.Y la incomprensión llega enseguida cuando tus pies han dejado seguridades de un hogar lleno de “todo”, y empiezan a caminar solos por “otro mundo” cuya velocidad es visiblemente diferente.

El día sin prisas siempre tiene más horas,y más silencios para escuchar la voz de uno mismo.
Por ahí se empieza.

Superada por un paisaje maravilloso, lleno de verdes brillantes, tierra roja, cabañas y niños que corretean por todas partes. África se presenta muy viva.Después el combate diario se desarrolla entre lo que ves y lo que “tú pensabas”; lo que sientes y los famosos ”tópicos” que nos persiguen allá donde vayamos; y lo que tus jornadas te van dejando en el corazón y tú no sabes donde colocar.

¿Por qué África?
Porque allí se oye mejor la voz de Dios.

Porque la inocencia es más cómplice del agradecimiento y de la confianza. Y no hablo de la inocencia del pueblo africano, sino de la que un cristiano recupera cuando vuelve a su origen. Cuando se libera de su rol occidental, de lo que “tiene que ser”,y de lo que “debe hacer”. Cuando ves, sientes, descubres y tus ojos adquieren una riqueza nueva, te vuelves más pequeño, y todas las teorías, todas las conquistas del progreso, se quedan ridículas ante unos pies descalzos y la única necesidad de ser hermanos. Diferencias todas las que queramos pero también muchas cosas que nos deberían unir, como la posibilidad de soñar y de desear “algo”(lo que sea) para mañana. Porque nadie ha elegido nacer aquí o allí, porque una ducha, una cama caliente y un plato de comida no debería costar dinero, ni movernos hacia la caridad. En el siglo XXI es patético seguir hablando de lo básico. Porque la dignidad no es algo que debamos exportar, nacemos con ella, y a algunos se la roban, y a otros ni se la presentan.

En definitiva nunca serás el mismo, África se queda dentro, en lo profundo, para enseñarte que la vida pesa más, allí donde compartas, donde escuches, donde sonrías, donde aprendas.

Porque no somos nadie y podemos ser mucho si somos justos, buenos, generosos y hermanos.
La experiencia en la misión pone nombres y apellidos a muchas historias de las noticias de la tele, a campañas de recogida de dinero en Navidad. Sus ojos ya no se pierden en una ola de miradas maravillosas, no, ahora los reconoces,son los de Sambato, los de David, Bekelech, Temesgé.......ya no puedes salir corriendo ni mirar a otra parte porque los has conocido, y los quieres.

Y vivirlo con las combonianas es una buena manera de sentir que la esperanza esta en medio de las personas que creemos. Ellas son las manos y los corazones de muchos de nosotros que deseamos un mundo...diferente. Un mundo donde la gente de buena voluntad haga un poquito más de ruido ”

A Dios:

“Y te he encontrado en la otra parte del mundo, rodeado de verde por todas partes y de tierra roja que sube por las rodillas, y que se seca en las manos y en alguna mirada. Allí me has dicho donde no estoy y sobre todo con quien quieres que comparta. Me has sacudido el polvo de la indiferencia, de todo lo que esta y tenemos de más, que es mucho.


Porque sólo haces falta Tú.

Has llenado mis ojos del blanco y negro de las diferencias, de la distancia de las injusticias, y de la belleza de la nada.

Ahora mi miedo es el abandono, el perder el rastro de lo que sus sonrisas me regalaron.

No dejes que te suelte la mano, que me olvide de lo importante que es la juventud, la inocencia,y el amor de mis hermanos, de esos hermanos que están un poquito más lejos.”
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