Llegas,
acampas en mi tierra,
sacudes mis cimientos,
rompes mis fronteras
abres mis encierros.
Llegas
y avivas el hambre de Dios,
de verdad,
de hermano,
de justicia,
de vida.
Llegas
y amas mi pobreza,
mi ayer entero
el ahora en su calma
y su tormenta,
el mañana posible.
Llegas
y conviertes el sollozo en fiesta,
la muralla en puerta,
la nada en poema.
Llegas
cargado de Ti y de otros,
palabra con mil promesas
humanas y eternas…
Llegas,
despiertas el amor dormido,
y te quedas.
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