"Los antiguos cristianos decían: la gloria de Dios es el hombre que vive. Nosotros podríamos concretar esto diciendo: la gloria de Dios es el pobre que vive... Y creemos también que poniéndonos del lado del pobre e intentando darle vida, sabemos en qué consiste la eterna verdad del Evangelio."
Monseñor Óscar Romero
Intervención en la Universidad de Lovaina,1980
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