martes, 4 de septiembre de 2012

Misionera a través del río





Quiero compartir mi experiencia de Misión en el Rio Cayapa que está ubicado al norte de Ecuador, en la provincia de Esmeraldas. Lo conforman 46 comunidades indígenas Chachis y 16 comunidades de Afrodescendientes. En estos dos años de misión he conocido y he aprendido a amar y valorar a estos pueblos, cada uno con su cultura tan diferente.

Aquí el único medio de transporte es la canoa, se puede viajar al pueblo más cercano en 15 minutos hasta el más lejano en 8 horas de viaje. La luz eléctrica la tenemos, pero no es permanente. La alimentación es el arroz, el verde (plátano verde) y el pescado. En este lugar, por ser tan fértil se cosecha, piña, naranja, cacao, aguacate, guanábana, toronja, limón, papaya y arazán (fruta tropical).

Mi labor misionera la desarrollo en el campo de la salud y la evangelización:

en la salud con la doctora y las promotoras, realizamos recorridos por las comunidades, controlamos la hipertensión, pesamos y tallamos a los niños para detectar casos de desnutrición y así damos seguimiento a su desarrollo y crecimiento. También llevamos el control de las mujeres embarazadas. La población afro tiene un mayor porcentaje en padecer hipertensión. Los Chachis tienen más tendencia a la tuberculosis debido a su deficiente alimentación y poca higiene. En cada visita a las comunidades damos charlas educativas para prevenir la HIPERTENSIÓN, DESNUTRICIÓN, TUBERCULOSIS, CUIDADO DEL AMBIENTE Y VIOLENCIA FAMILIAR.

Otro aspecto que toca muy fuerte a esta zona es la contaminación del agua del río debido a la minería por las sustancias químicas que produce la tierra al ser extraída y los químicos añadidos para aclarar el agua y ver mejor el oro. A esta contaminación se añade toda la basura que la mucha gente tira ahí. Estamos haciendo campañas de concientización sobre estos temas, porque los lugares son bellísimos por sus grandes árboles ancestrales, pero poco a poco van disminuyendo, pues la tala de árboles se ha intensificado en estos últimos dos años. La madera es vendida a un precio muy bajo en cambio de un poco de dinero.

El otro campo de mi labor misionera es la evangelización. Junto con la hermana Elvira (Portuguesa) visitamos las comunidades, animamos los guías y catequistas. Yo trabajo con las dos etnias. En todas las comunidades Chachis hay guías/celebrantes y catequistas, todos varones porque para la mujer es todavía un gran reto tomar una responsabilidad en la comunidad como guía o catequista. En cambio entre los Afro participan hombres y mujeres. Cada grupo de guías y catequistas reciben formación por medio de cursillos que se realizan una o dos veces por año.

El mayor reto y desafío que enfrentan las comunidades cristianas, especialmente los catequistas, es la orientación de los jóvenes y adolescentes en el manejo de su afectividad y sexualidad., ya que de 100 adolescentes que estudian, 10 quedan embarazadas durante el periodo escolar y, de estas, 7 o 8, acuden al aborto. Las que deciden asumir su responsabilidad como madres tienen que dejar el estudio y además sin la pareja que les abandona.

Otro reto, es el de dar una formación cristiana fuerte y sólida sobre los valores, ya que nunca pasan de moda; son los que dan consistencia a la vida y a la identidad. Los valores del Reino de Dios nunca van a caducar. Por eso, en esta labor de evangelización, se va contra corriente, haciendo creíble el amor de Dios que trata con respeto, con libertad y que quiere vida digna para todos.

Los guías y catequistas son discípulos y misioneros, anunciadores de la Buena Noticia y por ello están comprometidos a ser portadores de vida, testimonios convencidos que impulsar a la juventud a otra forma de pensar en una vida plena y en abundancia. Estamos regresando a las fuentes de la fe cristiana.


También me viene a la mente la presencia de Denominaciones evangélicas a lo largo del Río que trabajan duro e incansablemente en su labor. Por eso, para los católicos, es un momento oportuno para afianzar su fe y su compromiso como bautizados.

En nuestra Comunidad somos tres Misioneras Combonianas, de diferente nacionalidad. Mi nombre es Sonia De Jesús García, soy mexicana y estoy muy contenta de compartir mi vida, mi fe y mi vocación aquí en el Rio Cayapa.

Animo a todos los lectores a continuar su compromiso como discípulos y misioneros buscando que los pueblos tengan vida y vida en abundancia, haciendo vida el proyecto de Jesús.

Desde Sta. María de los Cayapas

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails