¿Por qué sufren los justos? ¿por qué la fidelidad a Dios no nos libra del sufrimiento?¿los niños que mueren han hecho algo malo? ¿por qué debemos ser buenos, si Dios no lo es? ¿en qué momento del camino nos equivocamos?
Casi una contemplación de imágenes superlativas, abrasivas, tenues, hipnotizadoras capaces de hilar la pequeñísima historia familiar con cualquier historia (la de cada uno de nosotros), con la historia de la propia vida, de la existencia. La tozudez de la esperanza, a pesar de todo. La insistencia en la luz, al final. El murmullo de Dios. El asombro. El agradecimiento.
Sentarse en el cine, sin prisas. Y contemplar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario