El sábado 18 de abril, Carmen y yo partimos de Murcia dispuestas a vivir un encuentro más que prometedor. Muy ilusionadas, nos embarcamos camino a Madrid a disfrutar de un fin de semana lleno de alegría, de amistad y de Dios.
La mañana del sábado comenzó con la oración, la cual titulé “Que seas mi universo”. El mensaje es esperanzador: ¡Jesús ha resucitado!, y nos invita a que seamos testigos de su profundo e inmenso AMOR por todos nosotros. Para ello, estamos DECIDOS a COMPARTIRNOS, ENTREGARNOS y a EMBARCARNOS con Jesús en esta gran aventura, para mostrar a los demás lo que realmente somos, en quién creemos y a quién seguimos. Y no hace falta realizar actos heroicos, es en la sencillez de la cotidianeidad, en nuestro día a día, donde podemos mostrar que realmente hemos tenido un encuentro con Dios y hemos sido transformados por Él.
Sin embargo, como humanos que somos, surgen temores, dudas, incertidumbres etc., pero no estamos solos, Jesús, el buen pastor, camina a nuestro lado para aligerar nuestras cargas y darnos la felicidad que anhelamos. Él es quién mejor nos conoce y nos impulsa a cumplir con el propósito para el cual hemos nacido.
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas […]
Yo soy el buen pastor; y conozco a mis ovejas, y las mías me conocen”
(Jn 10, 11 y 14)
¡Somos testigos del Dios vivo, manifestémoslo con nuestra vida!
Una vez terminada la oración y con este mensaje claro en nuestra mente, continuamos el encuentro con el taller de autoconocimiento impartido por el padre comboniano, Juan Antonio. Nos presentó a modo de introducción, una teoría denominada “Eneagrama” que fue desarrollada por una Hermandad de sabios llamada “Sarmoun” hace 2.500 años a. C. En los siglos X y XI fue retomada por los Sufíes, secta mística del Islam, que la utilizaba para guiar el desarrollo espiritual de sus discípulos. Esta teoría parte de la idea de que todas las personas cuando nacemos necesitamos “identificarnos” con alguien (normalmente el Padre o la Madre), a partir de esa identificación se crea en nosotros una “seguridad” y correlativamente “un miedo”, los cuales van a influenciar constantemente nuestra conducta. Cuando logramos conocerlos, podemos encauzarlos y superarlos.
Este método consiste en un esquema que refleja nueve tipos de personalidades, llamado “El Rostro de Dios”, las cuales implican una percepción diferente de la realidad. Si pudiéramos reunir las características de las nueve, seríamos capaces de amar y actuar como Dios ama y actúa, es decir, reflejaríamos el rostro de Dios. De esta forma, mediante el Eneagrama, conocemos lo que genera miedo en nuestros corazones y los paraliza o bien los empuja a reacciones compulsivas.
Se trata, por lo tanto, de adentrarse en un proceso interior de observación de nosotros mismos, de nuestros comportamientos y motivaciones para conseguir el autoconocimiento y la autoaceptación. De ahí surgen la autoestima y el deseo de superación personal. Es, en definitiva, el aprender a amarnos a nosotros mismos y a los demás la máxima que Jesús nos dejó para alcanzar la plenitud del ser.
Una vez que este interesantísimo taller concluyó, nos dirigimos a la casa de los misioneros combonianos a ver la última película que clausuraba el ciclo de Cine Forum que había tenido lugar durante la semana. La película que se proyectó fue “The Visitor”, animada por Roberto Martínez. En ella se cuenta la historia de un profesor universitario que se encuentra con una pareja de inmigrantes viviendo en su apartamento de Manhattan, un piso que apenas visita. A lo largo de la película, se irán entrelazando las vidas de los personajes y creciendo en humanidad.
Tras compartir con el resto de los asistentes nuestra opinión acerca de la película., se clausuró el ciclo con un pequeño ágape.
Después de un día intenso y repleto de novedades, nuestra querida Carmen con K, compartió con nosotras su testimonio. Es muy inspirador sentir y ver cómo una amiga de tú misma edad, está viviendo la alegría de conocer el propósito que Dios tiene para ella, y cómo es posible desde YA, disfrutar de la PAZ de Dios y de sentirse profundamente AMADA por Él. ¡Gracias Karmen porque nos inspiras!
Finalmente el domingo, celebramos la eucaristía en la capilla de los combonianos que fue retransmitida por la 2 de Televisión española (2TVE), en el programa del Día del Señor. Fue presidida por el obispo de Tarrasa y presidente de la comisión de seminarios y universidades en el 4º domingo de Pascua, día en el que la iglesia reza por las vocaciones religiosas y en especial, por las vocaciones nativas nacidas en los lugares de misión. Tuve la suerte de participar y leer la monición de entrada en la que se presentó a Jesús como el buen pastor, aquél quién mejor nos conoce, nos conduce y nos protege a los que formamos su rebaño, su pueblo santo, por el camino de la fe y de la caridad.
Una vez acabada la celebración, Rosa, laica comboniana, impartió la catequesis cuyo tema fue Jesús resucitado: su significado y aplicación práctica en nuestras vidas. Fue un momento inspirador que favoreció un clima distendido para compartir la forma en que Jesús vive resucitado en nosotras.
Tras este completo y apasionante fin de semana regresamos a nuestras respectivas ciudades dispuestas a seguir buscando lo que Dios quiere de nosotras y a compartirnos de verdad con los demás.
Una vez más quiero dar las gracias al grupo que conformamos estos encuentros y a las hermanas Silvia y Omaira por el trabajo tan increíble que realizan. ¡Gracias por vuestro esfuerzo y dedicación!
Lorena Garre
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