“¿Tiene sentido consagrar la vida a Dios?
Sí, si se entiende que ser religioso o religiosa es vivir y servir en un mundo concreto, no idealizado.
Sí, se no se ve como un heroísmo, sino como otro lado de la humanidad.
Sí, si el pasado, la historia, los pecados perdonados no son motivo de vergüenza, sino de compasión hacia la fragilidad de los otros.
Sí, si a pesar del miedo o de la inquietud, la confianza habla más alto.
Sí, si las conversiones cotidianas llevan a la humildad que afirma: “No somos mejores, somos simplemente diferentes en nuestro encuentro con Él."
Traducido del blog O.insecto
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