Jesús no se anda con paños calientes: "Al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener".
Todas nuestras frases bienintencionadas de "yo no valgo", "no tengo nada que ofrecer", "no soy lo suficientemente bueno para llevar a cabo esa tarea", "no estoy a la altura de lo que me pide Dios" no son más que excusas para guardar debajo de la cama lo que se nos dio y no queremos perder.
No es que queramos apagar la luz, sino que preferimos no movernos para no gastarla y quedarnos con ella.
Y ahora, sé sincero contigo mismo, ¿puede Jesús estar pidiéndote algo que no puedes dar?¿crees que Él no sabe realmente cómo eres, antes de invitarte a hacer brillar la luz de tu fe?
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