lunes, 24 de junio de 2013

Para salvar la vida




Con la llegada del verano llega también el final de nuestro caminar como Jóvenes en Misión durante este curso (¡bueno, aunque la misión continuará en verano, por supuesto!). El broche lo pondríamos en Granada, con un fin de semana lleno de sorpresas, de retos, de preguntas "incómodas" y...muchas buenas risas y momentos compartidos.

Estando en Granada no podíamos menos que empezar el fin de semana yéndonos a tomar unas tapas por el barrio, ¿qué mejor manera para ponernos al día que disfrutar del fresquito de la noche que con unas cañas? Qué suerte poder compartir las buenas noticias y los proyectos para el verano chocando los vasos. La mayoría de las que estábamos allí viajaremos juntas a Limone, uniéndonos a jóvenes de toda Europa, en una peregrinación que conmemora los 10 años de la canonización de Daniel Comboni. Otras visitarán las comunidades de Fetais (Lisboa) y Berlín para conocer de cerca la misión de las combonianas con inmigrantes y mujeres en riesgo.



El sábado comenzó en la preciosa capilla de la casa. Durante el fin de semana tendríamos como referente el Evangelio según San Lucas (9,18-24), que iríamos "desmenuzando" en diferentes tiempos y actividades. "¿Quién decís que soy Yo?" guiaría el sábado por la mañana, pues íbamos a conocer dos caras de la Iglesia a la que no estábamos muy acostumbrados y ver qué decían ellos de Jesús. Ángel y Raquel, un matrimonio amigo de las combonianas, serían nuestros acompañantes y guías en esta tarea. Nos dividimos y un grupo visitó el monasterio de las Carmelitas descalzas y otro conoció de cerca la misión y día a día de la cofradía de Jesús Nazareno. Nos impresionó descubrir que muchos de los prejuicios que teníamos sobre las cofradías eran fruto del desconocimiento, y sobre todo, nos impresionó ser testigos de la sencillez y determinación que tenían hacia su misión: evangelizar en las calles, ser medio para que otros se vayan acercando a Dios y experimenten una relación cada vez más personal con Jesús.

Con los cofrades de la hermandad de Jesús Nazareno

Raquel y Ángel
Para poner en común lo que habíamos hecho, callejeamos por el Albaycín hasta dar con una agradable sombra bajo la que nos sentamos a compartir. Fue también el momento en el que Ángel y Raquel nos hablaron de su vocación al matrimonio cristiano. Y después de disfrutar de este maravilloso paseo por un barrio único de Granada...¡a comer!

El testimonio de este encuentro venía de la mano de Marcia, misionera comboniana brasileña, que se encuentra ahora en Perú. Y cuando digo "ahora" es literal...¡conectamos por Skype tras algunos problemillas técnicos! ;) Marcia nos contó el compromiso de su comunidad con el pueblo de Pamplona, uno de los suburbios de la capital de Lima: cómo ellas caminan con él, sin imponer ni marcar el recorrido, pero sí apoyando las iniciativas que nacen de las comunidades de base. También compartió con nosotros cómo la vida de Comboni la llevó a cuestionarse su ser afro y la impulsó, desde ahí, a unirse al sueño de aquel italiano del siglo XIX cuyo corazón sólo latía por "la nigrizia".



Ahora que habíamos visto qué decían otros  sobre Jesús era momento de parar un poco y ver qué decíamos nosotras sobre él. Las respuestas se quedan en el corazón de cada una, sabiendo que Jesús nos hará la pregunta cada cierto tiempo y que debemos estar listas para ser sinceras y coherentes con nuestras respuestas.

El cine forum nos sorprendió a todos...¡ninguna habíamos acertado con las pistas de Silvia! "Hombres de honor" dio pie a un animado debate sobre los límites de la voluntad, la persistencia a la hora de conseguir nuestras metas, el valor de los sueños o qué es necesario sacrificar para conseguirlos. Esta vez nos fuimos todas a la cama directa: el día había sido más que intenso...

El domingo subimos a casa de los misioneros combonianos para el retiro de oración. Juan Antonio nos ayudó a poner los puntos de reflexión en orden, como siempre con su buen sentido del humor y llaneza. Probablemente, oír de boca de Jesús que debemos cargar con una cruz para seguirlo no es nada alentador, ni la expresión perder la vida, porque ¿qué es a lo que estamos tan aferrados?¿qué nos da tanto miedo perder?¿cuáles son nuestras cruces?



Como broche final, en la eucaristía, se nos entregó a cada uno un pequeño icono de san Daniel Comboni realizado por el padre Juan Antonio. En aquella preciosa miniatura (que explicaremos con detalle más adelante) están condensadas las líneas de nuestra espiritualidad como familia misionera y comboniana.

Nos despedimos de los encuentros mensuales hasta septiembre, pero con un deseo y un sueño claro para todos: que no olvidemos que...

"El Señor ha puesto su mirada sobre nosotros,
ha puesto su confianza y su esperanza,
Jesús cuenta con nosotros para que su Palabra
y liberación lleguen al último rincón de la tierra"

¡Feliz verano y feliz misión! :)






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