El fin de semana pasado tuvimos el encuentro vocacional a nivel internacional. La ciudad de acogida era Granada, donde se encuentra la casa de formación del Postulantado. Las participantes éramos Eleonora (Italia), Vera (Portugal) y yo (España).
El comienzo no pudo ser mejor. Era tanta la emoción de conocernos, de compartir inquietudes y, sobre todo, la ilusión de sentirnos parte de un mismo camino.Llegamos el jueves. En la tarde, hicimos un pequeño tour por la ciudad para que Vera y Eleonora conocieran un poco de Granada y después, acabamos el día con unas ricas tapas.
Vivimos el fin de semana con gran intensidad. Cada mañana, nos tocaba preparar la oración a una de nosotras. Era bonito ver cómo, a pesar de la dificultad del idioma, éramos capaces de sentir y de comprendernos. Como dicen las hermanas, hablando el idioma comboniano.
A lo largo de la mañana, la hermana Silvia nos introdujo en el tema de la vocación misionera y más concretamente, en la vocación misionera comboniana. En la tarde,estuvo el testimonio de las postulantes Bea y Joana. Nos hablaron de cómo surgió su vocación y también de su experiencia en este tiempo de Postulantado.
También tuvimos nuestros buenos momentos de entretenimiento. En la noche, cada una preparó un baile típico de su tierra y animamos a las demás a bailar también, aunque la verdad es que no hacía mucha falta animarnos,jejeje.
El sábado, nos conectamos vía Skype, con la hna Mª Carmen y Filipa (la cual no pudo venir al encuentro). La hermana Mª Carmen (desde Portugal), nos propuso un tema para trabajar: “Comboni cómo quería a sus misioneras”. Las quería Santas y Capaces. Después tuvimos un tiempo para trabajar, reflexionar y, posteriormente, sacar las conclusiones a las que habíamos llegado.
En la tarde tuvimos otro testimonio, vía Skype con la hermana Katia, desde Verona. Fue increíble y emotivo el ver cómo, a través de estos medios, pudimos estar conectadas al mismo tiempo, desde sitios tan lejanos. La hermana Katia, está en proceso de hacer el curso de los votos perpetuos. Compartió con nosotras cómo surgió su vocación, su recorrido como hermana en estos años en Kenia.
En la noche tuvimos una vigilia preparada por las postulantes. Comenzamos con unas palabras de la vocación del profeta Jeremías: “Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía, antes que nacieses, te había consagrado yo profeta”. Concluimos la vigilia con un símbolo que representara, para cada una, lo que estaba viviendo en este momento.
El domingo en la mañana, después de la oración, la hermana Palmira nos introdujo en el tema “El Plan de Comboni”. Era bonito ver como todas vibrábamos con ese Plan.
Después de la misa y de la comida, en la que también nos acompañaron nuestros amigos Raquel y Ángel, tocó la hora de despedirse. Todas estábamos con el corazón un poco triste por la despedida, pero con una inmensa alegría por todo lo vivido.
Solo podemos sentirnos agradecidas a Dios por tantos detalles.
1. Por la riqueza que supone para nosotras que apenas estamos comenzando este camino, el poder compartir con las postulantes y con las hermanas sus vivencias, su historia y su amor por la misión.
2. La acogida, la cercanía y ese sentirnos como en casa, siempre presente en una casa comboniana.
3. Agradecidas por los momentos de risas, de alegría, pero también por los momentos de más dificultad.
4. Y agradecidas por todas esas piedras escondidas de las que hablaba Comboni, característico de la misionera comboniana. Gracias por estar al cuidado de nosotras, en silencio, sin decir nada, pero siempre ahí.
Gracias.
Melin
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