Abriendo puertas a la creación

De par en par, los combonianos de Granada nos abrieron las puertas de su casa para que nosotr@s pudiéramos abrir las puertas a la creación misma. Mil gracias. También a los LMC de la Zona Sur, cariñosos, con los que compartimos finde.

Soleados, el sábado y el domingo ( 21-22 de noviembre) nos encontramos el P. Daniel, la Hna. Marisela, Joaquín, Nacho, Tina, Ana y Mario… ¡Vaya!,  se me olvidaba Blanca, la gatita que apareció por allí cuando llegamos y que se quedó con nosotr@s toda la convivencia. Preciosa, cariñosa fiel, como la creación misma que nos rodea y abraza. “Laudato sí, mi Signore” “Alabado seas, mi Señor” cantamos juntos como en su día cantó San Francisco de Asís: “Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra”.

La idea del encuentro era esa, poner los cinco sentidos en el cuidado de la casa común que nos propone el Santo Padre Francisco en su carta encíclica “Laudato Sí”. Naturaleza que Dios ha dejado en nuestras manos y que hemos llenado de trampas, en las que caemos nosotros mismos. Qué curioso, ¿verdad?

“Laudato Sí” es una invitación a que no se pierda ni un latido de vida, a no seguir condenando a los pueblos como Sud Sudan. Condenas de las que sólo nos puede liberar Jesús. El condenado, el que condenamos. Jesús nos asegura que es rey, y que tiene autoridad para resucitar y resucitarlo todo.

También estuvimos de acuerdo en que:

Somos eslabones de una misma cadena, que es la comunidad.

En que si hay desiertos interiores hay desiertos exteriores.

En que nos creemos libres, pero es una libertad de consumo.

En cuidar y respetar lo que nos rodea, empezando por nosotros mismos...

Y en que para cambiar el mundo hay que empezar por los pequeños gestos cotidianos.

Por último, Aitana, lmc, que formó parte de este camino de "Jóvenes en Misión" compartió su proceso de discernimiento y cómo acabó descubriendo que Dios la llamaba a realizar su vocación misionera como laica misionera comboniana.

Terminamos esta convivencia sorprendid@s  por lo bien representada que está nuestra forma de sentir la fe en esta Iglesia. Y si vemos a Dios en la naturaleza, pues quizá  no estemos tan mal encaminad@s.

Felicidades al P. Héctor que este lunes 23 de noviembre celebraba el 13º aniversario de su ordenación sacerdotal.

Mario