jueves, 29 de enero de 2015

Volver al origen



El pasado fin de semana, 24-25 de enero, tuvimos en Granada la primera convivencia de Jóvenes en Misión del año 2015. Fue la tercera del curso, por tanto ya llevamos cierto camino recorrido y, como todo peregrino sabe, cuando empiezas a caminar te salen ampollas, son molestas e impiden disfrutar del camino. Por ello hay que curarlas, pero hay que curarlas bien porque si no el camino se puede hacer insoportable, e incluso se puede llegar a abandonar.

Y con este marco de comienzo de año empezamos el encuentro, con una oración que nos invitaba a reflexionar sobre lo que significa el partir en camino. Porque si bien es cierto que el inicio de año no supone borrón y cuenta nueva, con el Año Nuevo emprendemos nuevos propósitos, elecciones y determinaciones: un partir. Continuamos la mañana con los testimonios del P. Daniel, recién llegado de Kenia, y de la Hna. Mari Carmen, que está trabajando ahora en Fetais, barrio marginal de Lisboa, y su anterior misión en Mozambique. Ambos nos contaron su experiencia de misión, con la ilusión propia que da realizar una peregrinación de vida acorde a la vocación. Nos contagiaron su pasión y comenzamos la tarde cargados de ilusión.



El P. Pedro dirigió, por la tarde, el taller sobre las relaciones interpersonales, aspecto fundamental en nuestro camino, pues somos seres relacionales. Nos habló de la asertividad: “la habilidad personal que nos permite expresar opiniones, sentimientos y pensamientos en el momento oportuno, de la forma adecuada y sin negar ni desconsiderar los derechos de los demás”, ¿Utopía? ¿Imposible? ¿Irreal?, puede ser, pero no por ser inalcanzable debemos de dejar de intentar ser plenamente asertivos. Otro concepto que dejó impresión fue el de buscar adoptar la postura “ganar-ganar”, es decir, no llegar a una relación de “gano-pierdes” o “pierdo-ganas”, sino buscar el punto medio: ceder pero no perder, adquirir pero no imponer. Un punto donde todas las partes salen beneficiadas. Cuando no se alcanza surgen las heridas, las ampollas resultantes del roce que impiden el buen caminar.

Para terminar el día realizamos un cine fórum a partir de la película “La buena mentira” (Philippe Falardeau, 2014), donde se narra las vivencias de un grupo de niños refugiados de la guerra civil de Sudán, su camino al campamento de refugiados en Kenia y su oportunidad de iniciar una nueva vida en Estados Unidos. El primer mensaje es claro: una crítica a la tragedia humanitaria que supone los miles de muertos y refugiados como consecuencia de una guerra civil cruenta. Pero también nos habla de los roces, heridas que debilitan el grupo de amigos hermanados, como fruto de las duras experiencias y decisiones compartidas, ampollas que deben ser curadas. Solo cuando son sanadas se pueden llamar hermanos y no jefes o súbditos.

El domingo contamos con la compañía de Isidro (LMC), primero nos orientó en la oración, donde reconocimos la belleza de la vida a pesar de que a veces pareciera que nos da la espalda, que nos hunde. Después compartió una catequesis, sugiriendo las guías para la reflexión posterior. Abordamos el tema de la curación de las ampollas, donde tomamos ejemplo de la palmera: flexible y resistente, donde aprendimos la resiliencia: la capacidad de volver a nuestro punto de origen, y donde tomamos como ejemplo al Buen Samaritano: “Hacerse cargo de la realidad. Cargar con la realidad. Encargarse de la realidad”, siguiendo esta línea podemos ayudar a construir una Iglesia Samaritana. Para terminar la catequesis Isidro nos invitó a reflexionar sobre dos lecturas: la curación de la mujer con hemorragias (Mc 5, 24-34) y la mujer encorvada (Lc 13, 10-17), en ambas lecturas Jesús cura las heridas, las mujeres tocan y se dejan tocar por Jesús. ¿Qué mejor forma de curar nuestras ampollas?


Para concluir la convivencia celebramos la Misa, presidida por el P. Daniel y donde compartimos nuestras reflexiones e impresiones en el ambiente cercano, alegre y entusiasta que caracteriza estos encuentros. De vuelta cada uno a su origen toca curar las ampollas.

Íñigo Vitón García


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails