"¿Dónde encontramos los deseos de Dios por la humanidad y dónde nuestra disponibilidad a vivir sólo para la misión? ¿Cuánto del amor de Dios por los más pobres y abandonados es la energía que nos vuelve disponibles a todo por el Reino? (...)
¿Cómo soñamos la misión en nuestro tiempo y qué estamos dispuestos a hacer para colaborar con el Señor en la realización de su proyecto, para quienes él ama con todo el corazón?
Seguramente que el grito y el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas en todos los rincones de nuestro mundo nos ayudarán a intentar dar nuestra respuesta, aunque sea modesta."
P. Enrique Sánchez G., mccj
Superior General
No hay comentarios:
Publicar un comentario