¡Paz y Bien! ¡Paz y Bien!
El loco de Dios, el trovador, el que lo dejó todo: desde riquezas a la misma ropa que usaba para recordarnos el ideal evangélico de la pobreza. Para recordarnos la auténtica alegría, que no está en agarrarse a las seguridades materiales, ni a aquello que controlamos.
El santo que vivió errante, roto, en conflicto, pero que supo hacer de su opción una fuente de amor y de protesta contra su propia sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario