lunes, 24 de junio de 2019

Ludoteca misionera

Este mes os recomendamos Reina de Katwe, una película basada en la historia real de Phiona Mutesi. Katwe es su barrio natal, en la periferia de Kampala (Uganda), a través de su historia la película nos acerca las dificultades diarias a las que se enfrentan sus habitantes. También nos adentra en los conflictos internos de una adolescente que vive el choque de realidades al salir de su barrio y su familia.


jueves, 20 de junio de 2019

Una canoa para navegar

Hola a todos, esto ha llegado a su fin, el 15 y 16 de Junio, tuvimos el último encuentro, para acabar el año, antes de los campamentos que se harán este verano, y se puede decir que se acabó a lo grande.


Durante este año hemos trabajado con el lema “Llamados a acoger la alegría del evangelio”, y es que en cada encuentro, hemos aprendido más sobre el evangelio, Daniel Comboni y sobre todo esa alegría, que se nota en cada convivencia, esas ganas que siempre tenemos todos de volver a vernos.
"La espiritualidad misionera es propia de los enamorados de la vida"
 El sábado hicimos una pequeña ruta a un pueblo de Granada, donde tuvimos actividades, que nos hicieron reflexionar. Durante todo el año hemos estado preparando esa gran aventura,como decía la dinámica “Una canoa para navegar”, en la que el camino hasta llegar a nuestro destino, lo hemos ido forjando, con amigos, risas, bajones, subidas,… hemos ido preparando el viaje y todos los elementos son importantes, todos sirven.
El domingo tuvimos la catequesis antes de la misa, trabajamos la espiritualidad misionera y comboniana, esos rasgos que caracterizan a Daniel Comboni: amor al reino, enviado, frontera, periferia, escucha, provisionalidad, pascua… En resumen la espiritualidad misionera es propia de los enamorados de la vida, como hizo Daniel Comboni.
Y así finaliza este encuentro y este año, me ha encantado poder formar parte de este grupo, que ya se ha convertido en esa familia que eliges, en el que no solo interiorizas contigo mismo y te conoces más, sino que también consigues ver a Jesús a través de personas maravillas, que sin apenas conocerte te muestran su mejor sonrisa y comparten contigo risas, deseos, miedos, sentimientos,… lo único que puedo decir es GRACIAS y nos vemos en el próximo encuentro.

Tania Lozano




miércoles, 5 de junio de 2019

Jóvenes en misión por la Casa Común


Hoy 5 de junio celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente. Un día para pensar en cómo cuidar nuestro Planeta, nuestra Casa Común. En los últimos meses ha cobrado mucha importancia la reducción del uso del plástico, con campañas por todo el mundo. Y si bien es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentemos, debemos ampliar un poco más la mirada para asegurar un futuro digno de ser disfrutado. Es lo que estamos pidiendo miles de jóvenes (y adultos) de todo el mundo, cada viernes, cada día, desde Madrid y Estocolmo, hasta Barranquilla y Santiago de Chile, pasando por Kampala y Abuja, Bangkok y Sydney.
Tenemos hoy una evidencia: los recursos son limitados y por tanto no es posible sostener un crecimiento ilimitado. Parece de sentido común, pero como es el menos común de los sentidos, el actual nivel de consumo del modelo de desarrollo occidental ha superado los límites biofísicos del Planeta, es decir, que si por ejemplo todos los habitantes vivieran como un español medio, serían necesarios tres planetas.
Entonces ¿Cómo es posible mantener este nivel de vida? Para ello, los colectivos enriquecidos debemos invadir ecoespacios más allá de nuestras fronteras, lo que deriva en costes sociales (desigualdad, empobrecimiento, conflictos, migraciones, etc.) y ambientales (deforestación, vertidos, sobreexplotación del suelo y los mares, residuos, etc.). Por eso, si queremos una civilización sostenible debemos cambiar de paradigma, frente al estar sobre la Naturaleza, debemos (re)construir otro de ser con la Naturaleza, basándonos en el decrecimiento y la sobriedad.

Si el paradigma actual viene determinado por la antropología europea, y si la Iglesia católica está en las raíces del pensamiento europeo, entonces debemos repensarnos y hacer autocrítica. Determinar cuáles son las ideas enquistadas en nuestro inconsciente y elaborar una nueva teología ecológica (ver Thomas Berry o Leonardo Boff, entre otros). Los ideales juedocristianos antiecológicos son definidos por Boff, algunos de ellos son:
- Dominium terrae, “dominad la Tierra”. Parece darnos carta blanca para haber llegado a la sexta extinción masiva de la Historia de la Tierra.
- Naturaleza caída. El antropocentrismo asentado en la idea anterior, adquiere aquí su máxima representación bajo la concepción de que la Tierra es castigada a causa del pecado humano. Decimos que el terremoto es por los pecados de los afectados, que cómo nos puede castigar Dios con un tornado.
- Pueblo elegido. La ideología de la elección nos lleva a la arrogancia, a excluir, a justificar guerras y a someter al hermano.
- Autoritarismo y centralización del poder. Las divinidades funcionan como arquetipos poderosos del ser humano (L. Boff), así pues la radicalización del monoteísmo asienta la idea de un poder autoritario y centralizado. Se refleja en el mundo humano explícitamente con la figura de reyes y dictadores, implícitamente de muchas otras maneras. La idea de un único dios hombre blanco, cerró muchas ventanas al alma humana.
- Patriarcalismo. Este ideal viene de antes del judeo-cristianismo, pero consigue enraizar cómodamente. La deslegitimización de las características femeninas, y especialmente maternas, ensalzan los valores asociados a la masculinidad como son el poder, el sometimiento y la victoria, desterrando los valores del cuidado y la comunión. La teología feminista tiene también mucho que decir en la teología ecológica.

Así vemos que cuando se olvida el potencial liberador de la religión, se convierte en una institución y estructura de poder que legitima la opresión. Por eso tenemos la obligación de realzar el potencial liberador. En este sentido, cabe destacar los siguientes ideales positivos:
- La religión es religar. La experiencia religiosa es la consciencia y vivencia de la vinculación y la dependencia, el ser interdependientes y ecodependientes (ver Yayo Herrero, p. ej.).
- La Trinidad como símbolo máximo de la comunión. Lo importante no es contemplar cada Persona en sí y para sí, sino la “circularidad relacional”. Recordando a nuestros hermanos africanos: Ubuntu, es decir, yo soy porque nosotros somos.
- La opción por los oprimidos. Lo que implica, según Ignacio Ellacuría: 1) Hacerse cargo de la realidad (dimensión intelectual); 2) Cargar con la realidad (dimensión ética); 3) Encargarse de la realidad (dimensión de la praxis).
- La esperanza frente al optimismo. No necesitamos el optimismo (en el sentido ingenuo: tecnoutopismo), sino esperanza, en caso el "optimismo informado" (Amelia Valcárcel). No podemos realizar las acciones pensando en la victoria, porque es muy improbable. Por eso es necesario beber de la esperanza cristiana, que nace de un fracaso: la muerte de Jesús. Lo que nos inspira la vida de Jesús es que toda acción tiene sentido en sí misma, el fracaso no le quita el sentido. Es el “pesimismo esperanzado” (Franz Hinkelammert). Hacer sin cálculo de éxito exige generosidad, lucha sin nada a cambio, convencidos que llegará la resurrección: aceptar la mortalidad como la donación de la vida a una Causa mayor, Dios, el Amor, la Vida.

Estamos en un momento crucial, como nos recuerda Greta Thunberg y muchas otras activistas. Hoy es un buen día para pensar en la construcción de una nueva Iglesia, misionera, que tenga en cuenta la dignidad de todas las personas y del Planeta. Una Iglesia que no justifique sino que aliente.
En esta semana de Pentecostés, que el Espíritu nos infunda locura. Decía San Francisco de Asís: “Hermanos míos, Dios me llamó a caminar por la vía de la simplicidad y me la mostró. No quiero, por tanto, que me citéis otras reglas, ni la de San Agustín, ni la de San Bernardo, ni la de San Benito. El Señor me reveló su voluntad de que fuese un nuevo loco en el mundo, ésta es la ciencia a la que Dios quiere que nos dediquemos”.

Íñigo Vitón García

Lecturas de referencia:
-Álvarez Cantalapiedra, S. 2018. Religiones proféticas y crisis ecosocial. Apuntes a propósito de Laudato Si’. Foro Transiciones.
-Berry, T., Clarke, T. 1997. Reconciliación con la Tierra. La Nueva Teología Ecológica. Editorial Cuatro Vientos.
-Boff, L. 1996. Ecología: Grito de la Tierra. Grito de los pobres. Editorial Trotta.
-Boff, L. 2011. El Planeta Tierra. Crisis. Falsas soluciones. Alternativas. Editorial Nueva Utopía.

lunes, 3 de junio de 2019

San Carlos Lwanga y compañeros mártires

Hoy, festividad de San Carlos Lwanga y compañeros, nos sumamos a las oraciones de nuestros hermanos y hermanas de Uganda.

Señor, Dios nuestro, tú haces que la sangre de los mártires 
se convierta en semilla de nuevos cristianos;
concédenos que el campo de tu Iglesia,
fecundo por la sangre de San Carlos Lwanga y de sus compañeros,
produzca continuamente, para gloria tuya,
abundante cosecha de cristianos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

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