lunes, 30 de abril de 2018

Padre Nuestro

Como oración misionera de este mes de mayo os proponemos el Padre Nuestro de Casaldáliga:

Hermanos nuestros,
que estáis en el Primer Mundo:
para que su Nombre no sea blasfemado;
para que venga su Reino a nosotros
y se haga su Voluntad
no sólo en el cielo
sino también en la tierra,
respetad nuestro pan de cada día,
renunciando vosotros a la explotación diaria;

no os empeñéis en cobrarnos
la deuda que no hicimos
y que os vienen pagando
nuestros niños, nuestros hambrientos,
nuestros muertos;

no caigáis más en la tentación
del lucro, del racismo, de la guerra;
nosotros miraremos de no caer
en la tentación del odio o de la sumisión.

Y librémonos, unos y otros, de cualquier mal.
Sólo así podremos rezar juntos
La oración de familia
que el hermano Jesús nos enseñó:
“Padre nuestro”, “Madre nuestra”,
que estás en el cielo y en la tierra.

Pedro Casaldáliga

lunes, 23 de abril de 2018

Ludoteca misionera

Para este mes de abril os compartimos la película Idol (2015). Una película basada en la historia real de Mohammed Assaf, un chico palestino que sueña con ser cantante y competir en el programa de televisión 'Arab Idol'. A través de su historia conocemos la realidad diaria de Palestina, desde su infancia, donde destaca la figura de su hermana Nour, reflejo de la lucha de las mujeres por la igualdad y la libertad, hasta su juventud, donde cobra protagonismo Amal, quien en un momento de la película le dice a Assaf: "Puede que estemos rodeados de fealdad, pero tu voz es tan bonita... Que Alá la bendiga. El mundo entero debería oirla".
Os invitamos a oir su voz, y a través de ella, la voz del pueblo palestino.


domingo, 22 de abril de 2018

Exploradores de la Resurrección

Queridos amigos/as de combojoven,

¡Feliz Pascua de Resurrección!

Como ya sabéis algunos (otros quizá todavía no) estoy en el primer año de noviciado de las Religiosas Misioneras Combonianas, en Quito, donde entré oficialmente en el mes de septiembre de 2017. Aquí estaré, si Dios lo quiere (y yo también) hasta septiembre de 2019 más o menos, que es cuando realizaría los votos de consagración al Señor para la misión ad-gentes, dentro de esta Congregación. 

Tengo muchas cosas en mi corazón que quisiera compartir con ustedes, pero voy a detenerme en la reciente experiencia de Semana Santa que viví en la zona noreste del Ecuador, concretamente en un pueblo llamado Sta. Elena. En este pueblo no es común la presencia del sacerdote y solo hay una catequista comprometida, las familias en su mayoría viven del cuidado de grandes fincas y ganado de vacas (un trabajo muy precario y exigente), es una zona rodeada de bellas montañas verdes, clima tropical y algunos mosquitos. Esta ha sido la primera experiencia "misionera" desde que llegué a Ecuador ya que tenemos todos los contenidos de formación en la capital, así como nuestros apostolados.

 Habiendo ya regresado de mi experiencia me doy cuenta de nuevo, de lo extensa y grande que es la mies… y sí, los obreros son pocos. Por eso quiero hacer un llamamiento que me surge desde lo profundo: Se necesitan misioneros/as…

- que sean la Iglesia abierta: En el momento que llegamos a Sta. Elena la iglesia que solía permanecer  cerrada, se abrió. Cada mañana, la hermana Elvira se ocupaba de que antes de la oración de laudes, la puerta de la iglesia, bien temprano, se abriera. Se necesitan misioneros que quieran una iglesia abierta que invite a entrar, que atraiga al encuentro de quien en ella mora.
- que sean la Iglesia que se embarra: En las visitas a las casas me di cuenta que hace falta que estemos dispuestos/as a meternos de lleno en la realidad a la que somos enviados/as, sin miedo a perder el lustre de nuestros zapatos. Que soportemos el temporal de un anuncio que no es acogido y acojamos el barro del sufrimiento y el dolor de un pueblo que lucha por el pan de cada día con su sudor y no encuentra en la Iglesia una respuesta a su clamor.
- que apoyen la Iglesia de las mujeres: ¿Quién sostiene la fe en lugares donde no llega el sacerdote ni hay labor pastoral? Las mujeres, que sin mucha teoría se ponen al servicio del Evangelio con lo que tienen y lo que son.
- que sean la Iglesia de los jóvenes y de los niños: En este tiempo en Sta. Elena nos encontramos con muchos niños y jóvenes sedientos de Dios y de conocerle mejor. ¡Cuánto se necesitan misioneros que jueguen! Que se acerquen sin prejuicios a los jóvenes de la cancha, que crean en ellos y les hagan entender que tienen un papel decisivo en la construcción de su comunidad
 - que sean la Iglesia exploradora de la Resurrección: En medio de tanto dolor de familias rotas, explotación laboral, drogadicción, apropiación de tierras, destrucción del medio ambiente, abandono pastoral… Existe la tentación de pensar “¿Hay lugar para la esperanza?” Se necesitan misioneros/as que crean férreamente en el poder transformador de la Resurrección que no obra a lo espectacular ni con grandes signos, sino desde la humildad de gestos cotidianos de solidaridad, perdón, ternura, fuerza de superación, confianza en Dios y en la vida; los cuales están ya presentes en medio del pueblo. Depende de nosotros: ¿Estamos dispuestos a encontrar esa vida escondida que brota como un germen?


Espero que este grito de auxilio desde el otro lado del océano haya podido llegar, aunque sea con interferencias. 
¡Seamos esa Iglesia en salida! Que busque las periferias, ya sea en nuestras propias ciudades o más allá de nuestras fronteras no importa, lo que importa es que escuchemos la llamada y no pongamos más excusas, el Señor vive y nos espera en Galilea. ¡Aleluya!


Con inmenso cariño y alegría,
Lucía.

P.D: les pido oraciones por el pueblo ecuatoriano que está preocupado por los recientes asesinatos y secuestros de parte del narcotráfico. ¡Paz para Ecuador!

viernes, 20 de abril de 2018

Campo de Trabajo 2018


¡¡¡Os anunciamos con mucho entusiasmo el campo de verano 2018!!!
Será de nuevo en la Fundación Escuela de Solidaridad, donde tuvimos una gran experiencia el año pasado, del 8 al 14 de agosto.


lunes, 16 de abril de 2018

Frase misionera del mes

El pasado 13 de abril recordábamos el tercer aniversario del fallecimiento de Eduardo Galeano, un escritor y pensador que nos legó numerosas obras y frases para la reflexión. En su memoria, hoy os traemos a esta sección una de sus frases que más nos gusta, la que nos recuerda que al andar se hace el camino, aunque no veamos el fruto de esa pequeña semilla de mostaza.


lunes, 9 de abril de 2018

Un cristiano de retos


Mi nombre es Sandro Jhonatan Condori Pacsi, nací en Arequipa (Perú) hace 27 años. Me gradué en Biología en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa y ahora estoy estudiando el máster de genética en la Universidad de Granada, llevo en esta ciudad desde octubre de 2017. Estudiar aquí es posible gracias a que conseguí a una beca del Estado de Perú (PRONABEC). Después del máster regreso a mi país para empezar la carrera docente en las universidades, y llevar la dirección del INIA (Instituto Nacional de Innovación Agraria) para colaborar en el trabajo y desarrollo del mejoramiento sostenible de las especies nativas del país.

Soy el mayor de 5 hermanos, mis padres han luchado mucho para darnos un futuro, estudié la primaria en el colegio de Beethoven y la secundaria en el colegio San Martín de Porres-CIRCA. Tanto mi madre como mis maestros me decían “eres el futuro del país, esfuérzate y supérate”, estas palabras calaron en mí, queriendo dejar huella en mi país a ejemplo de los grandes héroes peruanos como Grau, Bolognesi, Avelino Cáceres o Micaela Bastidas. 

En el Perú muchos padres de familia trabajan más de 8 horas para sostener las responsabilidades del hogar, trayendo consigo que los hijos queden al abandono, y algunos son presas de las malas amistades metiéndoles en el mundo del; la depresión de algunos adolescentes generado por las rupturas matrimoniales, pelas de los padres y la falta de acompañamiento conlleva a que caigan en las redes del alcoholismo, la drogadicción y hasta el suicidio. Gracias a los consejos de mi madre, quien también nos enseñó a orar y agradecer al Señor por el pan en la mesa, y el carácter de mi padre, he podido sortear esas tentaciones y llegar a donde estoy.

Hasta los 12 años no conocía la Iglesia católica, y llegué a la parroquia El Buen Pastor, a través de una chica que me gustaba. Mi madre respetó la decisión de involucrarme en la parroquia, y aunque al final la chica se salió del grupo, yo seguí participando hasta llegar a recibir los sacramentos de iniciación cristiana. Allí nació mi vocación de catequista. En la iglesia he aprendido bastante como los valores cristianos, la fuerza de seguir adelante pese a los problemas que haya en el hogar, ayudar a jóvenes que tienen problemas o pasan por momentos críticos, dar tiempo a otras personas. 

Todo ello son motivos que han perfilado un poco más mi personalidad, participar en la iglesia no es una pérdida de tiempo, pues el tiempo que con caridad le entregas al prójimo Dios lo devuelve con creces, y es algo que yo lo he experimentado. He aprendido a dar, y compartir lo poco que uno pueda tener. También he aprendido que un cristiano no es un quedado, no es aquella persona que solo se golpea el pecho, he aprendido que un cristiano es una persona de valores, de fuerza, de crecimiento constante, de esfuerzo, y no solo vive para conseguir bienes materiales. Un cristiano sabe que todo lo que hace y busca en bien del prójimo está en dirección a la felicidad, pues no hay mayor felicidad en dar que en recibir, y sobre todo aprende a perdonar. “Ser cristiano es ir a contracorriente a las costumbres que hacen de las personas balconeras y sofá” (Papa Francisco, encuentro juvenil con los jóvenes en Argentina), un cristiano es de acción y se juega la vida por la vida, todo esto y mucho más me han impulsado a prepararme más pues es el talento que Dios me ha dado, y que más adelante este servirá para ayudar a los más necesitados.

Aquí en España me ha llamado la atención su arriesgado laicismo, pues son muy indiferentes a la fe, y en el trabajo de las pastorales en sus parroquias. Ya no hay compromiso, los jóvenes actuales crecen con mucha indiferencia y se valen de la ciencia para quitarse a Dios de encima. Yo en mi calidad de Biólogo me atrevo a afirmar que Dios si existe y que la ciencia y la Fe no se contradicen, y es prueba máxima de la existencia de Dios la creación de toda la naturaleza y el cosmos fuente de las leyes naturales que la ciencia estudia. 

Me siento feliz en España, me gustan las ganas de los jóvenes españoles de ser mejores cada día, el esfuerzo personal de prepararse constantemente, aunque echo de menos a mi familia, a mi novia, mis amigos y amigas, a mis jóvenes en la parroquia, a mis amigos de Villa Ecológica, la gastronomía propia de la zona, el sol puesto en el eterno cielo azul, las chacras, y el hermoso volcán Misti, que cada mañana observo desde la ventana de mi habitación, esplendoroso al alba de la mañana.

Por último, quisiera decir que seguir la voluntad de Dios es ponerse y sudar la camiseta, ya que “las grandes obras nacen al pie de la cruz” (San Daniel Comboni). Un cristiano es de retos.

Sandro Jhonatan Condori Pacsi

sábado, 7 de abril de 2018

Amando hasta el extremo. Pascua 2018

En esta entrada os acercamos la Pascua de Jóvenes en Misión en Granada. Las palabras y las imágenes se quedan cortas para transmitir toda la intensidad que vivimos. Os compartimos las impresiones de Lucía, una de las participantes, y también algunas reflexiones e impresiones de esos días. Todo ello ilustrado con alguna foto y un breve vídeo.

"El miércoles 28 llegamos a la estación de autobuses de Granda sin saber a dónde íbamos, con quién o a qué; no conocíamos los Combonianos ni su labor, ni mucho menos las personas con las que nos íbamos a encontrar, lo único que teníamos claro era lo que buscábamos; redescubrir nuestra fe, ver más allá de ella y aprender qué es una Pascua misionera, viviendo el amor de Jesús, viviendo el amor hasta el extremo.
Momento de preparación del Via Crucis
Compartimos y vivimos nuestra fe a través de catequesis, oraciones y otras actividades encaminadas a acercarnos a la experiencia de la Pascua, a sentir a Jesús entre nosotros. Escuchamos también distintos testimonios, muy reveladores, que nos hicieron ver los aspectos de la realidad que no vemos reflejados en nuestra vida diaria o en los medios, algunos de ellos nos acercaron a Dios por medio de la felicidad, mientras que otros lo hicieron por medio de la tristeza, la empatía y la vergüenza, vergüenza por un mundo que, lejos de luchar por una mejora para todos, acalla las voces del amor, y es ahí donde entra la vocación misionera, de llevar la palabra de Dios a quienes lo necesitan, de compartir lo que nos hace felices como cristianos, que no es otra cosa que la fe y el amor. 
Catequesis del Jueves Santo

Vigilia Pascual


Testimonio de Adama, migrante de Guinea Conakry
Además de las actividades, tuvimos la suerte de compartir y vivir las celebraciones con una comunidad que nos abrió las puertas y nos recibió con la alegría que Jesús nos ha enseñado; disfrutamos de las celebraciones como no lo habíamos hecho antes , sintiendo este espíritu de comunidad, unión y amor, pero, sobretodo, pudimos vivir los distintos momentos de la Semana Santa en un ambiente de familia, culminando con la Vigilia Pascual, en la que, más que nunca, sentimos que Jesús había resucitado en todos nuestros corazones, haciéndonos de nuevo enviados de su Palabra. No nos vamos a engañar, no hubo sólo misas y oraciones, hemos vivido muy buenos momentos todos juntos, nos hemos reído hasta tener agujetas y nos hemos conocido en la mejor de las circunstancias, tan buena que cuesta creer que haya sido tan solo una coincidencia."
Lucía Rodríguez



Reflexiones e impresiones
A lo largo de la Pascua fuimos compartiendo nuestras reflexiones, estas son algunas de ellas:

“El camino del amor no puede ser reemplazado por el camino del poder”
Muchas veces me obsesiona la idea de cambiar este mundo corrompido por el egoísmo y la hipocresía. Pero la esencia del cambio tiene que estar, a mi parecer, en el amor porque si partimos de él podremos crecer en una sociedad donde reine la paz, la justicia y la libertad. Muchos lo llaman utopía pero para mí no es más que esperanza.

Por ahora no sé qué esperar de estos cuatro días, pero estoy rodeada de mucha gente de la que sé que voy a aprender mucho. Tengo una cosa clara, y es que me estoy llenando de fuerza para ser luz.

Me gustaría ser luz para los que han perdido la esperanza.

La fe se vive desde la familia.

No olvides que a pesar de la vida ajetreada que llevas debes cultivar ese granito de mostaza que habita en tu corazón. No te traiciones, no le des la espalda.

Aprender a ser luz y querer serlo. Ayudar al prójimo para que a la vez yo me sienta ayudado y realizado.

Estoy expectante a todo lo que va a pasar, nerviosa, como una niña pequeña. Todo, hasta las conversaciones son un regalo. Me encanta el grupo que se está creando. Jesús está aquí, no me cabe duda. Me sorprende la atención que le estoy poniendo a todo.

Me siento ilusionado por vivir esta Pascua, ya que es la primera vez que la celebro de esta manera y con ganas de aprender nuevas cosas.

Me gustó mucho la frase de la oración de la mañana: “Que las personas puedan conocer a Dios en mi”.

Cuando necesite…mándame a quien me necesite.

Recíbeme, con todo lo que tú pusiste en mí. Gracias por la vocación. Dios no llama a los capaces, capacita a los que llama.

En el momento de sentarnos a la mesa con Jesús me he planteado varias cosas; ¿Le diría Jesús a las mujeres que se sentaran hoy con él, o ellas cenarían en otra mesa? Quiero pensar que toda/os junta/os. ¡Ojala!
He pensado también que  su mesa, hoy si sería tan internacional como lo ha sido la nuestra, sin fronteras.

lunes, 2 de abril de 2018

Perderlo todo por amor

En este lunes de Pascua os compartimos una oración del Obispo Santiago Agrelo que nos acompañó en nuestra Pascua de Jóvenes en Misión en Granada.

"Señor, ayúdame a perder la fe en mi fe, por si aún es tiempo de que empiece a creer en ti. Enséñame a ir contigo, a seguirte, a escucharte, incluso si me pides que desate y te lleve el borrico que necesitas.

Si creo en ti, abandonaré mi camino por el tuyo, que eres el Camino y la Verdad y la Vida, y contigo iré donde tú quieras, donde tú vayas. 

Si creo en ti, tu destino se volverá mi destino, ya se llame cruz ya se llame cielo, ya lo llames abajamiento ya lo llames gloria, ya se llame muerte ya se llame vida.

Si creo en ti, entraré en tu mundo, en tu evangelio, en tu humanidad, en tu pasión por el reino de Dios que llega para los pobres, que va donde tú vas, que se acerca a quienes tú te acercas.

Si creo en ti, en todo tiempo y lugar pediré, a silencios, a susurros, a voces, a gritos, el Espíritu que me transforme en ti, el amor que me haga uno contigo, hasta que me pierda en ti, hasta que tú, más que yo mismo, vivas en mí.

La fe en mi fe me ha llevado a suplantar sin escrúpulo el culto a Dios por el culto al dinero; a conjugar sin remordimiento la veneración de Cristo en la Eucaristía y su desprecio en los pobres; a guardar en el corazón odios en lugar de amor, ofensas en lugar de perdón, venganza en lugar de misericordia; a sacrificar en el altar de mis ambiciones -de grandeza, de dominio, de poder, de riqueza- la paz que tú nos has ofrecido haciéndote pequeño con nosotros, pobre por nosotros.

La fe en mi fe ha transformado tu evangelio en ideología desencarnada, y a ti, Jesús, Dios de carne y hueso, Dios y hombre verdadero, Dios discapacitado, Dios disminuido, Dios mendigo, Dios emigrante, Dios maltratado, Dios crucificado, te ha reducido a doctrina inocua, a imagen de madera, a rito que puedo cumplir sin complicarme la vida.

Y mientras la fe en mi fe va diciendo que lo mío es mío y que todo lo necesito para mí, tú, Señor, a lomos de un borrico prestado, te dispones a darlo todo, a perderlo todo, a renunciar a todo porque los sedientos encuentren el agua, los hambrientos el pan, los ciegos la luz, los muertos la resurrección y la vida que necesitan y que eres tú.

Hoy, mientras mi fe, orgullosa, satisfecha y descreída, va diciendo que los pobres se queden donde están, que no apesten la sala de nuestro banquete, que no den el espectáculo de morir en nuestras calles, a la puerta de nuestras cosas, tú, en la eucaristía, nos muestras tu cuerpo repartido, tu sangre derramada, todo tú perdido en el abismo de mi necesidad: ¡Todo tú entregado porque nos amas!
El mundo te necesita, Jesús; la humanidad te necesita; los pobres te necesitamos: Ayúdame a perder la fe en mi fe. ¡Enséñame a creer en ti!"

Santiago Agrelo Martinez-Obispo de Tánger (22/03/2018) [Fuente original]


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