¡Muy buenas! Amigos y amigas de Combojoven,
Os estoy siguiendo por el blog y me alegro
muchísimo siempre de leer novedades en las crónicas de vuestros encuentros. Veo
como la familia va creciendo, ¡Cada vez son más caras nuevas! Felicidades por
esas crónicas del campo de verano en la FES, ¡Me encanta veros tan
comprometidos y atreviéndoos a soñar en que un mundo mejor es posible!
También me ha contado un pajarito que han
viajado algunos a Mozambique de experiencia misionera…Ya estoy esperando que me
contéis lo que allí habéis vivido, me imagino que no os habréis quedado igual… ¡África
no deja indiferente!
En nuestras vacaciones del noviciado hemos ido a conocer
el oriente de Ecuador, donde está la Amazonía, que representa el 48% de
todo el territorio del país y está conformado de zonas extensas de
vegetación exuberante propia de los bosques húmedos-tropicales. Está atravesado
por caudalosos ríos que son navegables, de hecho hay comunidades indígenas a
las que sólo se puede llegar en canoa o
helicóptero.
Estuvimos hospedándonos en distintas
comunidades de una congregación ecuatoriana, las Marianitas. Ellas nos
acogieron fraternalmente y les estamos muy agradecidas de abrirnos su casa y su
comunidad, además nos ayudó mucho el
hecho de llegar a una comunidad religiosa, ya que nos permitió conocer más de
cerca la realidad de las personas que allí viven, sus dificultades y sus retos.
En esta semana lo que más me impactó fue
ver al lado de las carreteras cantidad de oleoductos… En esos días escuché el
grito de la naturaleza amenazada por la avaricia, el ritmo desesperado y
vertiginoso de nuestro mundo que necesita consumir cada vez más, sin parar, sin
límite. Conocí la historia de Mons. Labaka e Inés, dos misioneros que murieron
a manos de las lanzas de una tribu indígena; al querer establecer contacto con
ellos y defenderles de la amenaza petrolífera.
En resumen, más que un viaje de aventuras, para mí ha sido un
viaje que me ha dejado muchas preguntas
acerca de cómo vivo: ¿Soy consciente del uso que hago del plástico, del agua,
de la luz, del gas…? ¿Cómo puedo introducir hábitos en mi vida que demuestren
mi preocupación por el planeta, por la Pachamama? El contacto cercano
con el pulmón de toda la humanidad, ha hecho crecer en mí esta conciencia del
cuidado de la casa común para responder a la urgencia que el Papa también expone
en su encíclica Laudato Si.
Para concluir quiero compartiros este
breve vídeo sobre la vida de Alejandro Labaka e Inés si es que queréis conocer a través de su testimonio un poco más sobre los pueblos indígenas de la Amazonía y la amenaza que sufren (tiene incluídos pedazos de una entrevista realizada a Mons. en el 1984). Gracias a nuestros hermanos Misioneros Combonianos de Ecuador por producir este precioso reportaje en Vida Misionera:
El tiempo, hermanos y
hermanas, el tiempo parece que se estuviera agotando; bastó pelearnos
entre nosotros, sino que hasta nos ensañamos con nuestra casa. Hoy la comunidad
científica acepta lo que ya desde hace mucho tiempo denuncian los humildes: se
están produciendo daños tal vez irreversibles en el ecosistema.
Papa Francisco
Con mucho cariño os esperamos por estas tierras bellas del Ecuador,
Lucía.
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