"Llevo apenas un par de semanas y ya todo me resulta super familiar en estas tierras. Recuerdo el primer día que llegué como algo lejano ahora... después de la primera noche, interrumpida millones de veces por el zumbido de mosquitos asesinos, amanecí con un día medio grisáceo bañado por los chillidos de niños jugando al fútbol.
Casi que no me ha dio tiempo a aterrizar. Hacía unas horas estaba saliendo del trabajo en la metrópoli de Madrid y, abrí los ojos para acoger una mañana llena de visitas a las distintas casas, en medio de un Slam en el que la sonrisa inocente de los niños contrasta con el vertedero infinito en el que viven.
Esa misma tarde fue un momento de compartir sonrisas con estos niños, que se reúnen los sábados para tener un momento de juego con las hermanas. Que importante es que los niños sean niños, y que puedan tener sus momentos de recreo y aprendizaje. Por lo que veo, creo suponer que la gran mayoría empiezan a trabajar o a mendigar al poco tiempo de dar sus primeros pasos.
Finalmente, la “musungu” (así es como llaman a la “gente blanca”), cerró los ojos, eso sí, esta vez, protegida por la gran mosquitera que no usó el día anterior.
La verdad es que los primeros días tuve algún que otro shock interno… el más grande de ellos fue ver, después de la misa del domingo, en Korokocho, otro slam pegado a Kariobangui, lo que llaman el “dumping”… Se trata de un gran vertedero (inmenso), donde mucha gente de la zona va a trabajar buscando algún que otro objeto que pueda vender luego.
Pero, incluso en Korococho, termina una encontrando trocitos de ese Jesús que se hace presente en medio de los más pequeños. Un gran testimonio para mí, aparte del trabajo de las Hnas. Combonianas, fue el de las Hnas de la Madre Teresa de Calcuta, que han construido un pequeño oasis en medio del desierto. Tienen una casa en la que cuidan de niños con discapacidad y donde viven además mujeres que querían abortar a las cuales ayudan durante y después del embarazo… es difícil explicar con palabras el amor que uno ve cuando llega a este lugar."
María del Mar
No hay comentarios:
Publicar un comentario