“Desde pequeños venían marcados por el amor. / Detrás de su apariencia
cotidiana / guardaban la ternura y el sol de medianoche”. Empezamos el
encuentro con la oración, donde resonaron estas palabras de la poesía de
Gioconda Belli Portadores de Sueños.
Desde la cotidianidad de cada uno, nos juntamos un nutrido grupo en la casa de los misioneros combonianos en Madrid para
reflexionar y compartir sobre el tema de este encuentro: “Jesús sigue llamando”.
Ese llamamiento es la vocación, una vocación humana, cristiana y específica. La
humana de amar y servir, a la que todos estamos llamados, la que nos hace ser
humanidad. La cristiana, a la que somos llamados todos los que compartimos las
enseñanzas de Jesús, vocación que tiene múltiples perfiles como laicidad, vida
consagrada o sacerdocio, diferentes caminos para un mismo fin, y diferentes
formas de realizar cada camino, realidad que pone de manifiesto la
“pluriformidad” de la Iglesia. Y la vocación específica, cómo construir el
Reino de Dios, aglutinando las dos vocaciones anteriores desde nuestras
profesiones, en la cotidianidad.
La esencia pluriforme de la
Iglesia se representa también en sus múltiples traducciones culturales, tuvimos
el placer de escuchar al P. Miguel Ángel (misionero comboniano), que ha
desarrollado gran parte de su misión en Filipinas. A través de él pudimos
acercarnos un poco más a ese rincón tan rico y diverso.
P. Miguel Ángel en un momento de su testimonio |
Si algo es la vocación, es un
“estado permanente de misión”, como nos recuerda el Papa Francisco. Esa
construcción permanente de los sueños comunes es la que nos lleva a tener las puertas
abiertas y realizar la revolución de la ternura y del cariño. Como recordábamos
en un momento del encuentro, “me toca a mí y de mí depende el que tus palabras
no se pierdan”, nos toca a cada uno portar nuestros sueños, sueños compartidos,
para ir construyendo entre todos y todas la utopía del mundo fraternal,
recuperar ese Reino de Dios originario donde nos reconocemos como humanidad
hermanada.
En un momento de la Vigilia |
“Los llamaron ilusos,
románticos, pensadores de utopías
dijeron que sus palabras eran
viejas
y, en efecto, lo eran porque la
memoria del paraíso
es antigua al corazón del hombre”
G. Belli
Íñigo Vitón García
¡Vente al próximo encuentro!
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