Foto de grupo del encuentro Combojoven febrero 2018 |
En el Encuentro del fin de semana 17-18 de Febrero, comenzamos con una oración, seguida de un taller elaborado por el Padre Daniel, sobre "el eneagrama", una técnica de autoconocimiento...de cómo encontrar en nuestras Raíces de la Vida, en nuestra infancia, "las escorias" que rodean al diamante en bruto.
Taller dirigido por el Padre Daniel |
Por la tarde, llegó el testimonio de Tereisa, Hermana Misionera Comboniana, que ejerció la misión en Ecuador. Acompañada de diapositivas sobre los distintos momentos de su vida, con los más pobres entre los pobres. Inmenso testimonio de entrega, trabajo y dedicación, pasando grandes necesidades de ambre y frío.
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Por la noche, en la Vigilia dirigida por Inma, leímos el Evangelio de Zaqueo. Zaqueo, tratando de ver a Jesús, subió a un árbol, y consiguió que la mirada de Jesús se parase en él y le hablase...A los pies del Árbol, nos detenemos en sus Raíces, preguntándonos qué nos mueve...trepando por él, grabamos en su Corteza las personas que nos empujan, alientan, y que ayudamos por el Camino...y, finalmente, subidos a la copa del Árbol, meditamos acerca de nuestros miedos de ser vistos y del que dirán...
El domingo 18, en la oración de la mañana dirigida por Lourdes, nos detenemos a meditar en las Tentaciones, que nos impiden que nuestro diamante sea más y mejor pulido. Y una vez pulido...en el difícil proceso de conversión del diamante para mostrarlo con toda su Belleza a los demás: Ayuda incondicional, activismo comprometido, sonrisa, alegría.
Al término de la oración, Gonzalo, Laico Misionero Comboniano (LMC), nos acompañó durante la mañana con una catequesis, que empezó con un juego cuyo fin era "la comunicación y la escucha al prójimo". ¿Somos capaces de escuchar con atención y de comunicar con objetividad y acierto? Esta experiencia me hizo autocrítica en tantas veces, que me invade la desidia de escuchar y comunicarme con personas que están necesitando de mi atención. Posteriormente, leímos el Evangelio del encuentro de Jesús con la samaritana. Jesús, cansado, se sienta en un pozo, y pide de beber a una mujer samaritana; Jesús necesita de nosotros...que demos de beber su agua de Vida a tantos que se cruzan a diario en nuestro Camino. Jesús nos revela quién es, y nos invita "a llenar nuestros cántaros vacíos" y dar de beber su agua de vida eterna... sin distinción.
Un momento de la Eucaristía compartida el domingo |
Gracias al Padre Daniel, a la Hermana Marisela y a Gonzalo (LMC) por este Encuentro; su elaboración con sus reflexiones, y su invitación a mirar en las "Raíces de nuestra Vida", en nuestro pasado, en las "tentaciones del Camino", y en los impedimentos para el minucioso trabajo de pulir y perfeccionar nuestro diamante. Dios os bendiga a todos.
Yolanda
Foto formal de grupo |
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