Desde enero pasado, la
institución donde desarrollo mi servicio misionero, el “Comboni College de
Ciencia y Tecnología“ y el Ministerio de Educación Superior e Investigación
Científica de la República de Sudán trabajamos juntos en un proyecto que tiene
como objetivo ayudar a 140 jóvenes universitarios de origen sudanés, eritreo y
sur-sudanés a convertir sus conocimientos en el ámbito de la Informática en
iniciativas empresariales que generen oportunidades laborales y desarrollo
local.
El proyecto, llamado INSO
(Innovación en la sociedad: itinerarios formativos y desarrollo del capital
humano en Sudán) incluye también la formación de cuadros directivos del citado
Ministerio y dos profesores nuestros. Se trata fundamentalmente de que sean
capaces de organizar departamentos de orientación profesional en las
universidades sudanesas que creen puentes entre el ámbito laboral y el académico.
Como parte de las actividades del
proyecto, viajé a Nápoles el pasado 18 de noviembre con cuatro directivos del
Ministerio y dos profesores de nuestro centro universitario. Éramos un
sacerdote y seis personas de religión islámica. Durante nuestras actividades en
el Instituto de Investigación sobre Innovación y Servicios para el Desarrollo
(IRISS en sus siglas italianas) del Centro Nacional de Investigación, me
preocupé por buscarles un espacio en el centro para que pudieran rezar cuando
lo consideraran oportuno. Yo por mi parte al final de nuestras sesiones de
formación y trabajo, iba a una iglesia cercana para celebrar la eucaristía.
Luego nos volvíamos a encontrar para la cena al final de la jornada.
Entre nosotros ha surgido una
gran sintonía y amistad pues nos mueve un espíritu de servicio a la juventud y
el deseo de mejorar el sistema universitario sudanés. Aprecio mucho la honradez de mis compañeros
del ministerio, su capacidad de trabajo y su compromiso por el desarrollo del
Sudán. Y siento que ellos también me aprecian y valoran mi actitud de servicio
desinteresado a este pueblo. Y sobre esta base de mutuo respeto, aprecio y
comunión de objetivos, este cristiano y estos hermanos musulmanes estamos
intentando construir un proyecto común.
El siguiente paso que estamos preparando es un
nuevo proyecto para crear incubadoras
empresariales en las universidades sudanesas que ayuden a sus licenciados a
encontrar y generar trabajo y que transformen a estas instituciones en motores
de un desarrollo local sostenible que respeta las identidades locales y el
medio ambiente y tiene especial atención por los más vulnerables de la
sociedad.
P. Jorge Naranjo, mccj
Misionero en Sudan
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