Volver a los encuentros presenciales ha sido un verdadero regalo. Quiero destacar que muchas personas han hecho un gran esfuerzo en estos meses complicados que, por suerte, ya quedan atrás. Han puesto mucho de su parte para llevar adelante los encuentros en su formato online. Sin embargo, estar todos y todas juntos en cuerpo y alma, tiene una fuerza innegable.
"Estar todos y todas juntos en cuerpo y alma, tiene una fuerza innegable" |
Este fue el primer encuentro en Madrid de esta temporada, titulado "Escuchando la realidad". Todas las actividades del encuentro giraron en torno a este tema: mirar, escuchar, entender nuestra realidad y la de los demás. La actividad de la mañana del sábado fue un taller guiado por Gonzalo, LMC (Laico Misionero Comboniano), en el que reflexionamos sobre nuestra realidad personal, local, nacional y mundial y cómo están tan estrechamente ligadas pero, a la vez, son tan independientes.
Por la tarde, pudimos escuchar el testimonio de Tere, también LMC, desde Mozambique en el que nos hizo partícipes de la realidad de su Misión, de sus luces y de sus sombras.
También pudimos visitar
(¡por fin!) a nuestras queridas
Combonianas, con las que tuvimos tiempo de compartir desde esa cercanía y
humildad que las caracterizan. ¡Cuánto las habíamos echado de menos!Taller con Gonzalo y testimonio de Tere. Ambos LMC
Para acabar el día, vimos la película de Cafarnaúm, en la que, una vez más, seguimos trabajando el tema de las distintas realidades. Esta vez, nos alejamos más de la nuestra propia para sumergirnos en la crudeza de los hechos, tristemente reales, que en ella se retratan.
El domingo compartimos la
misa del Primer Domingo de Adviento de la Casa de los Combonianos. La última
actividad del encuentro fue la catequesis impartida por Daniel, MCCJ. Indagamos
sobre la realidad, pero esta vez retrocediendo hasta la vida de los Apóstoles,
conociéndolos un poco más a fondo individualmente. ¿Con cuál me identifico
más?¿Qué lección aprendo de cada uno de ellos? Con estas reflexiones para la
vuelta a casa nos despedimos.Encuentro con las combonianas en su casa
Este era un encuentro muy especial porque nos despedimos próximamente de dos personas clave en esta Familia, Daniel y Asmeret. Una creería que, con el frenesí al que nos tienen acostumbrados en el mundo de la Misión, deberíamos estar preparadas para ese "hasta pronto"... Pero ellos se han dado siempre al grupo, en forma de acogida, cariño, enseñanzas y cercanía. No podemos guardarnos su luz solo para nosotros, están destinados a seguir cambiando realidades.
Mi parte favorita de los
encuentros se suele quedar fuera de los "informes" o
"programaciones" oficiales. Pero es la que le da vida al grupo y la
que nos ha convertido en ese maravilloso "Combonúcleo". Las
sobremesas, el café de media mañana, hacer palomitas... Son felicidad en estado
puro. Esas conversaciones por la noche, soñando con la Pascua y las
peregrinaciones de verano, echando de menos y queriendo de más... Son vida y no
una cualquiera. Son la vida que aprendo de todas estas personas que entre Jesús
y Comboni han puesto en mi camino. La que me impulsa a seguir creyendo por
ellos, porque tanta suerte... no puede ser casualidad.Asmeret con el libro recordatorio dedicado
Isa Cerezo
Foto de grupo combojoven y LMC-centro en la exposición de Belenes del Mundo
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