miércoles, 25 de marzo de 2020

Felicidad y sencillez

El fin de semana 7-8 de marzo nos juntamos en Madrid el grupo Combojoven para nuestro encuentro mensual. Isa nos cuenta cómo fue.
El encuentro de marzo se nos presentaba con una nueva faceta de la frase que llevamos trabajando a lo largo de este curso: “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo… desde la generosidad.”
Comenzamos con una oración y un taller en el que las hermanas nos invitaban a reflexionar sobre temas tan fundamentales como la educación y el analfabetismo, no solo el que creemos que hay en los países menos desarrollados, sino el que nos rodea e invade en nuestro día a día. Se trata de concienciarnos en que no solo sirve enseñar, y mucho menos imponer nuestro saber, sino la forma de enseñar: “enseñar aprendiendo”. Una de las partes más interesantes de este taller fueron las historias reales de Pablo Freire y Hellen Heller (que, si no conocéis ya, os invito a descubrir).
Foto de grupo
El testimonio de la tarde nos llevó a la República Democrática del Congo de la mano del padre Manuel Torres. Me encanta ver cómo en cada relato de misión, encuentro tras encuentro, conseguimos formarnos una imagen más clara de la diversidad y riqueza de cada país del continente africano. La vida de todas estas personas que nos los transmiten es también un tremendo ejemplo de generosidad pura.
Una de las partes más impactantes del encuentro fue ver la película “La Buena Mentira” (¡también una recomendación para estos días!). Cuenta la historia, basada en hechos reales, de la llegada a Occidente de unos refugiados sudaneses que huyen de la 2ª Guerra Civil de Sudán, los conocidos como niños perdidos de Sudán. Nos impactaron mucho a todos las diferencias culturales que se hacen evidentes en la película. Pero más allá de ellos, está la resiliencia, valentía y generosidad de sus protagonistas.
Un momento de la oración
La catequesis del domingo fue el lazo final de todo el encuentro. A través de la historia del joven rico, descubrimos la generosidad en Jesús. Ejerce esta generosidad desde el respeto, abriendo la puerta sin obligarnos a cruzarla. Nos pide confianza, por que lo que damos lo recibiremos multiplicado por 100. Nos cuestionamos esta generosidad cada uno personalmente, ¿son realmente mías mis cualidades y mis dones? ¿o debería ser generoso y humilde porque todo se lo debo a alguien?
Mirando atrás hacia ese último encuentro, solo puedo sentir gratitud y felicidad. Sobra decir que, en el encuentro a principios de marzo, la situación que estamos viviendo actualmente no se veía venir en absoluto. Fue un encuentro feliz y sencillo, como es nuestro grupo. Estoy muy muy agradecida por haber podido disfrutar de él en plenitud y con personas tan increíbles que forman esta pequeña familia. Es ahora cuando me doy cuenta de la suerte que tenemos todos y todas de tenernos. Es ahora cuando me doy cuenta de que vuestra generosidad y alegría habitual es extraordinaria. Es ahora cuando empiezo a valorar (aún más) esta suerte de tenernos. Así que me despido con un hasta pronto, aunque sigamos unidos en la oración. Ahora más que nunca: Si quieres llegar rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.

Isa Cerezo

Segunda foto de grupo

2 comentarios:

  1. gracias por su valioso testimonio, unidos en oración, también en trabajo con la pastoral juvenil comboniana en el Perú

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    1. Hola Rodrigo. Gracias por tu comentario, seguimos unidos en la oración y en el trabajo de pastoral juvenil

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