lunes, 30 de enero de 2012

Misioneras de los pigmeos



"Las localidades de Zomea y Bagandou en la república centroafricana cuentan con la presencia de las misioneras combonianas. Su principal tarea consiste en estar y dignificar a la étnia pigmeo-áka que vive en estado de semi esclavitud."

Así presenta Pueblo de Dios  el trabajo y la vida de las misioneras combonianas junto al pueblo pigmeo en Centroáfrica. El compromiso y la entrega total al pueblo más denostado y perseguido del país. 

¡Salvar África con África!

Puedes ver el reportaje haciendo click en el enlace de Pueblo de Dios

domingo, 29 de enero de 2012

Algo nuevo está naciendo



Mi amiga Karmen y yo nos pusimos en marcha hacia Granada con el propósito de pasar un fin de semana en buena compañía y ver lo que Dios tenía preparado para nosotras. El título del taller que se iba impartir ya nos motivó desde el principio y pensamos llegar el viernes por la tarde para disfrutar de la compañía de las hermanas Combonianas y las jóvenes que iban a participar del encuentro. La verdad me encantó poder salir de tapas con todas y desde el principio se creó un ambiente muy agradable y familiar.

 La experiencia del sábado fue muy gratificante y un punto de partida para seguir conociéndonos a nosotros mismos y a la gran riqueza que representa el SER HUMANO. Comenzamos a primera hora de la mañana con un tiempo de oración. Leímos el salmo 46 y 65 y el Evangelio de S. Marcos en su capítulo 4, 26-28 y 4, 30-31 que nos habla de la parábola de la semilla que crece y del grano de mostaza. A continuación leímos un extracto de la obra de Jorge Bucay “El Camino de la Autodependencia”. Me encantaron estas lecturas porque me hicieron reflexionar y comprender que es AHORA, en la juventud y adultez, dónde hay que sembrar nuestras semillas de deseos, sueños, aspiraciones, proyectos etc. 

Es importante conocer nuestra semilla, saber quiénes somos y cuáles son nuestros sueños y sembrarlos para que la semilla germine y crezca y pueda llegar al tiempo de la cosecha. Pero es tranquilizador saber que no estamos solas, que no hay que temer a que nuestra semilla no germine, porque el Espíritu de Dios nos guía y cuida en todo este proceso. Me pareció enriquecedor, el gesto de escoger, cada una de nosotras, una semilla de entre varias, con la que más nos identificamos, para después plantarla y regarla; simbolizando el camino de autoconocimiento que hemos emprendido. Destacaría la frase de Jorge Bucay “Cada cosa hay que hacerla en su tiempo” y del salmo 46 “Nada de lo que nos pase nos separará de Él. ¡Sólo Dios es el Señor! Confiamos en Él ¡Nada nos puede faltar!”. 

Después del maravilloso desayuno, tuvimos el taller de autodescubrimiento a cargo de Mª Eugenia, profesora y formadora de PRH international (Personalidad y Relaciones Humanas) Partimos de la idea de que NUESTRO INTERIOR ES BELLO.VENIMOS YA DE SERIE, BIEN HECHOS. Esta idea nos libera del terror a sumergirnos en nuestro VERDADERO YO. La realidad es que el ser humano busca, sobre todo, SER FELIZ y ello es posible si nos amamos y aceptamos tal y como somos. Esto nos libera de ataduras y nos hace amar a nuestros semejantes. Da igual las experiencias pasadas negativas, las dificultades en el presente…lo importante es ver en todo esto una OPORTUNIDAD para crecer no un problema que nos atemorice, frustre o desespere. Pero como todo en la vida, esto es UNA DECISIÓN, un COMPROMISO, y una RESPONSABILIDAD con uno mismo. Y lo más maravilloso es saber que ese compromiso es para toda la vida, por la grandísima riqueza que representa el ser humano…¡fascinante! Es importante creer que se puede cambiar y darse ese derecho. 

 Este taller me ha ayudado a conocerme un poquito más y a desenmarañar pensamientos que me hacían sentir agobiada y angustiada. No quiero tener la sensación que otra persona en mi piel, sacaría todo el potencial, capacidades, habilidades, valores y dones que hay en mi interior; y que yo por temor ni siquiera lo intente. Gracias Mª Eugenia por este taller que me ha permitido conocer más de mis cualidades y valores; y que supone una herramienta para seguir buceando en la riqueza de mi interior. 

 Después del taller tuvimos tiempo libre para pasear y compartir nuestras experiencias y conocernos todas un poquito más. Antes de la hora de la cena, tuvimos un momento de oración, en el que leímos a Isaías 43, 18-21, que nos dice que no nos acordemos de las cosas pasadas ni traigamos a la memoria las cosas antiguas, porque esto no nos permite crecer sino que creamos que Dios está ya trabajando en nuestras vidas y que pronto saldrá a luz. También leímos unas estrofas relacionadas con este texto, y del que yo destaco el siguiente: Cuando se deja que la vida y la gente desenmascaren nuestros empeños por apresar y retener a Dios en Verdad y Fuerza; cuando “se descontrola” la engañosa necesidad de tenerlo todo bajo control, de sentirnos en orden y buscar con ansiedad la perfección a toda costa… Algo nuevo está surgiendo, ¿no lo notáis? 



Después de la suculenta cena que con tanto amor, cariño y alegría nos ofrecieron las hermanas Palmira y Cidalia. El hermano Comboniano Pablo y la postulante Giusi contaron su testimonio. Lo que más me llamó la atención fue cómo Dios se manifestó fuertemente en sus vidas y los transformó de tal manera que decidieron abandonarlo todo y seguirlo; y la luz y la alegría con que recuerdan esos momentos. 

 A continuación, vimos la película THE WAY, que ciertamente iba muy relacionada con el taller de autodescubrimiento que habíamos realizado. Cuenta la historia de un oftalmólogo americano que decide hacer el Camino de Santiago de manera fortuita y por una difícil circunstancia personal que cambiaría por completo su forma de concebir la vida. A lo largo de ese recorrido de reflexión y aceptación de la situación, se encuentra con varios personajes que deciden realizar el Camino de Santiago por motivos aparentemente superficiales (dejar de fumar, perder peso etc.), pero la realidad es que van realizando un camino de autodescubrimiento y aceptación personal. Al final del camino, se conocen y se aceptan a sí mismos y los motivos que en realidad les habían impulsado a realizar el Camino, quedan en un segundo plano. La película fue un buen complemento del taller de la mañana. 

Al día siguiente comenzamos la mañana con un tiempo de oración, que continuaba con lo que habíamos reflexionado el día anterior. Ahora era el tiempo de la cosecha. Leímos un texto llamado “Más allá de la utopía” del cual me gustó el párrafo que dice: ¿no os habéis dado cuenta todavía de que quienes se abandonan en el Señor son más felices, más ricos y más libres que aquellos que sólo confían en el trabajo de sus manos? En esta ocasión, nuestro gesto fue escoger una flor, de entre varias, puesto que las semillas que habíamos plantado el día anterior, habían germinado y se habían transformado en flores. Comprendí que la cosecha es para ofrecerla a Dios y compartirla con nuestro prójimo. “Iré a enseñar a todos que tú eres libertad, que sólo en ti se encuentra el manantial, la felicidad, la verdadera paz”. 

 Después del abundante y agradable desayuno, nos marchamos a la casa de los hermanos Combonianos. Allí celebramos una catequesis en la que meditamos sobre la parábola del grano que crece por sí solo y la del grano de mostaza que aparece en el Evangelio de S. Marcos. Comprendí que la parábola nos habla de la presencia de Dios en nuestra vida y que la cuestión es si permitimos que Dios actúe en nuestra vida o no. La palabra de Dios es la semilla que actúa en nosotros, la tierra, y si la acogemos, la tierra dará fruto, ya sea que durmamos o que velemos, la palabra de Dios es siempre operante. Los jóvenes nos encontramos en la fase inicial de la presencia operante de Dios y si le permitimos actuar y guiarnos en nuestro día a día, alcanzaremos el propósito por el cual hemos sido creados y pasar de ser tierras infructuosas a nuevas tierras cargadas de frutos para toda la humanidad. Después de la catequesis, celebramos la eucaristía. Y lo que más me llamó la atención fue que durante todo el encuentro escuché, también del hermano Pablo, que aunque se tengan dudas, momentos de lucha interior etc. merece siempre y, en todo caso la pena, caminar en nuestra vida con Jesús. 

 Terminamos nuestro encuentro con una encantadora comida y un fuerte deseo de seguir permitiendo a la semilla que Dios plantó en nosotros que germine y crezca, para que se convierta en el árbol que realmente somos y podamos permitir a otros conocer que Dios transforma nuestras vidas y nos hace libres. Nos permite ser en esencia lo que realmente SOMOS. 

 Quiero agradecer a las hermanas, Palmira, Cidalia, Silvia y Rosario y a nuestra postulante Giusi por su enorme hospitalidad, alegría y cariño. Y a Lucía, Ana, Beatriz y Karmen, por compartir sus temores, sueños y esperanzas y porque han permitido que Dios esté presente en sus vidas y eso lo reflejan al exterior.

 ¡¡DISFRUTEMOS DE LA VIDA!!

Lorena



domingo, 15 de enero de 2012

Lánzate a volar. Encuentros de Jóvenes en Misión



Para animaros a participar en nuestros encuentros, os dejamos el testimonio de uno de los jóvenes que asistió al último "combo-finde" en Madrid. Os recordamos que el próximo será en Granada (¡si hay alguno del Sur, que se anime a venir!) y, además del habitual testimonio misionero y la reflexión bíblica, tendremos un taller sobre autoestima y compartiremos la mañana del domingo con los misioneros combonianos.

¡No tengas miedo, lánzate a volar! :)

"El encuentro de Madrid ha sido verdaderamente acogedor. Aunque el encuentro sólo haya sido de un día y medio, lo que he aprendido ha sido asombroso en relación al tiempo, que se aprovechó al máximo. Desde lo que es el tiempo de reflexión, hasta lo que es el tiempo de grupo y actividades fue muy bien empleado. 

 Si hay algo por la cual pueda yo destacar este fin de semana entre Combonianas es que todos tenemos el potencial de “Ser”. Es decir, todos pensamos que sabemos quienes somos, pero en la realidad andamos por el mundo hasta cierto punto divagando y atrapados en un remolino en la cual no sabemos como escapar. Con tan solo sólo tener fe, invocar a Dios, y aprender a “Ser” podremos escapar de este ciclo. 

 Yo sigo mencionando aprender a “Ser”. A lo que me refiero es a lo que aprendimos el primer día. Para simplificar, usaré la analogía que se utilizó durante la reflexión. La analogía se refiere al águila que ha sido criada entre gallinas y por su medio ambiente se siente como gallina pero en su interior sabe que hay algo que no encaja, y es el simple hecho que no es gallina, sino un águila. Un día el granjero le dice que se lance a volar, que su verdadera misión es volar en lo alto, ser libre, y extender sus alas y volar. Todos, absolutamente todos tenemos el potencial de ser esta águila, pero tenemos que escuchar atentamente al llamado de Dios y dejarnos llevar por su voluntad. 

 Le doy gracias a Dios por poder ser parte de las Combonianas y tener la oportunidad de compartir la fe íntima entre todos."


domingo, 8 de enero de 2012

La primera Navidad de Sur Sudán




Nos llegan noticias desde Sudán del Sur, a través del fantástico equipo de Pueblo de Dios

Estuvimos en el sur de Sudán en 2004, recién terminada la guerra. Recorrimos parte de aquella región destrozada por años de bombardeos. Entre los misioneros combonianos que estaban allí nos encontramos con todo un personaje: José Javier Parladé. Parladé lleva décadas en Sudán y conoce como pocos la tragedia de este pueblo al que no abandonaron los misioneros, entre otros el obispo Mazzolari. 

 El padre Parladé nos gestionó una entrevista con el líder rebelde del sur, John Garang, que finalmente no pudimos hacer por retrasos de aviones. Al poco tiempo, el helicóptero donde viajaba Garang se precipitó "sospechosamente" al suelo y murió aquel personaje. 

 Ahora, desde este nuevo país africano, independiente desde el 9 de julio pasado, Parladé escribe, con feclicidad, esperanza y miedo: "estas van a ser para nosotros unas Navidades muy especiales porque las vamos a vivir por primera vez en nuestro recién estrenado país. Dios estaba con nosotros cuando vivíamos en la guerra con todos los sufrimientos que esto supuso, pero lo está también ahora cuando nos disponemos a construir nuestra nueva nación, si lo hacemos con justicia y paz. La independencia que con tanta alegría hemos celebrado en julio, es un regalo de Dios y no nos cansaremos de darle gracias. 

 Nos damos cuenta de que después de tantos años de guerra inmersos en una cultura de violencia tan enorme que no nos queda mucho espacio en el corazón para la paz, vamos a tener que ponernos seriamente a aprender de este Niño Jesús esta nueva cultura de paz y reconciliación tan nueva para nosotros que es el único camino que nos puede llevar al desarrollo y a una vida digna para todos. Para esto, vamos a tener que ponernos a trabajar bien fuerte, entre otras cosas, porque nuestros hermanos del Norte nos lo están poniendo bien difícil en todos los sitios fronterizos o cercanos tanto atacando directamente o bombardeando con aviones incluso a pobres refugiados huidos de las zonas que ellos atacan, o también, usando los medios de siempre, poniendo a tribu contra tribu o reclutando milicias que compran y arman hasta los dientes para que destruyan la paz interna.



 En estos momentos, tenemos una gran invasión de gente que había quedado todavía en el Norte, escapan por miedo, porque los están reclutando a la fuerza para prepararlos en campamentos para atacar en el Sur a sus propios hermanos. Y lo peor es que así, con esta situación caótica de inseguridad estamos entrando en un año que va a ser de gran hambre para la mayoría de los Sur Sudaneses porque hay todavía muy poca estructura agrícola y todo se hace con las manos y lo que se ha sembrado va a dar apenas para algunos meses y en el mercado se encuentra muy poco porque tradicionalmente fue siempre con el Norte y ahora nos han cerrado todas las fronteras. 

 A esto hay que añadir la enorme cantidad de gente que está volviendo del Norte y los refugiados que huyen de los sitios atacados. Solo en Abiei se habla de 250,000 personas escapadas. En esta situación de inseguridad y miedo, ¿cómo vamos a afrontar semejante futuro de hambruna? El Gobierno de Sur Sudán, gracias a Dios sigue declarando estar decidido a no volver al horror de la guerra, pero siempre hay el miedo de que pierdan la paciencia y terminen por responder en alguna medida. 

Yo lo que no quiero absolutamente es que perdamos la esperanza, es lo que nos queda, y es lo que nos va a salvar, tenemos todos que ponernos a trabajar para crear un nuevo Sur Sudán y unos nuevos Sur Sudaneses y vamos a convertirnos en discípulos de paz y solidaridad. ¿Será posible? Para Dios todo es posible. 

¡Feliz Navidad! 

Un fuerte abrazo desde Yirol de P. José Javier”.

miércoles, 4 de enero de 2012

Las niñas no sirven para nada



Más de un millar de bebés fueron asesinados a lo largo de 2011 por sus propias familias en Pakistán a causa de la pobreza, el 90% de los cuales eran niñas, según denunciaron fuentes humanitarias locales. 

 Según un portavoz de la organización caritativa Edhi Foundation, Anwar Kazmi, cada vez es mayor el número de cadáveres de bebés que aparecen abandonados en las calles. "Se podría decir que ha habido un incremento de un 100% respecto a la década anterior en el número de cadáveres de niños que hemos encontrado", declaró a la agencia humanitaria de noticias de la ONU, IRIN. "Nueve de cada diez eran niñas", precisó.

 Las niñas representan una 'carga' para familias que deben pagar las dotes para conseguirles un matrimonio. "La gente siente que las niñas no hacen ninguna aportación económica a las familias", declaró a IRIN una activista por los derechos de la mujer, Gulnar Tabassum. 

 Según Kazmi, su organización registró 1.210 cadáveres de niños asesinados a lo largo de 2011, frente a los 999 del año anterior. "Los motivos están relacionados con la mentalidad y con la pobreza", explicó. "El número de bebés que enterramos está en aumento, en algunos casos con cortes en el cuello o en las muñecas", denunció Muhammad Taufiq, un enterrador de la ciudad de Lahore.

Sigue leyendo en El Mundo

martes, 3 de enero de 2012

¡Cumplimos 140 años!

Un grupo de misioneras combonianas en  Sur Sudán



“Acuérdate todo el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho andar durante estos cuarenta años en el desierto… No se gastó el vestido que llevabas, ni se hincharon tus pies a lo largo de esos cuarenta años” 

 (Dt. 8,2.4) 

Podemos leer este pasaje bíblico agregando 100 años más, para recordar con maravilla y sorpresa todo aquello que el Señor nos ha concedido vivir en estos ciento cuarenta años de vida del Instituto Pie Madri della Nigrizia. 

El primero de enero 2012, tenemos la alegría de celebrar el “cumpleaños” de nuestra Congregación. Creo que ésta sea una ocasión propicia para hacer memoria, alabar y contemplar la acción de Dios en la pequeña semilla sembrada por San Daniel Comboni, en la tierra fecunda del corazón de nuestras primeras madres-Hermanas. Es tiempo que nos invita recordar a todas las hermanas que, en estos 140 años, con su cuerpo y su alma, han permitido que la semilla se convirtiera e un árbol frondoso con flores y frutos, compartidos con todos los pueblos con los cuales han hecho este trozo de historia. 

 El camino ha sido largo e incluso en nuestra historia el desierto no se ha revelado un simple símbolo. La arena, el sol ardiente y la desnudez del desierto de Sudán han marcado los primeros pasos del naciente Instituto y tejido el vestido del carisma que hemos heredado. Al igual que los anillos, en una cadena de pertenencia, que nos une con vínculos mas fuertes de la sangre, las hermanas nos han trasmitido este carisma heredado del Fundador y vivido como mujeres. 

Contemplar este camino, hoy para nosotras, es motivo de agradecimiento al Señor que nos ha llamado a pertenecer a esta Congregación. Contemplar este camino puede ser también para nosotras un momento para preguntarnos como estamos viviendo hoy nuestra pertenencia al Instituto en su desarrollo, en sus retos, en la necesidad de caminar juntas con una visión común. 

 Tenemos delante de nosotras un Año Nuevo, una nueva oportunidad. No es un año más, sino un año que nos requiere un fuerte empeño para reflexionar, entender y vivir nuestra ministerialidad, como expresión de una fuerte espiritualidad, que se nutre a través de un verdadero encuentro con el Señor de la Historia. 

 Mi deseo para todas nosotras es la invitación a hacer un serio proyecto personal donde el espacio del encuentro con el Señor, con las Hermanas y con la gente sea un momento de calidad donde nos dejemos transformar en la mente, en el corazón y en la voluntad.

Cantando a la mujer africana

Canción creada por Amii Stewart para apoyar la candidatura de las Mujeres Africanas al Nobel de la Paz.

domingo, 1 de enero de 2012

El derecho a la educación de los beduinos




Una propuesta pacifista y ecológica, basada en el diálogo interreligioso e intercultural, ha permitido que tres mil neumáticos viejos se conviertan en una escuela, reconocida por el Ministerio de Educación de la Autoridad Palestina: ¡cuatro aulas espaciosas, un despacho para la administración, patio y servicios! Esta ha sido la respuesta de Viento de Tierra y de la comunidad Comboniana de Betania a la marginación y abusos que viven los beduinos Jahalin: construir para ellos una escuela de ruedas, para eludir a la prohibición de edificar, impuesta por el Gobierno Israelí, e involucrar en el proyecto a todos aquellos que quieran colaborar para ofrecer un futuro mejor a los pequeños de esta comunidad beduina, la más numerosa en Israel/Palestina.

 Los Jahalin tienen una historia sufrida, hecha de expulsiones, demoliciones y confiscación de tierras y propiedades. “Hubiéramos querido recibiros bajo nuestras tiendas en Ber Sheva, nuestra tierra de origen, pero desgraciadamente hace muchos años que nos expulsaron de aquellas colinas y los pastos de nuestros ganados ya no nos pertenecen” – relata Abu Suleiman – coordinador del Comité Beduino Jahalin de Jerusalén, mientras acoge con un té y una sonrisa a los numerosos huéspedes que se acercan a conocer la escuela. Obligados a dejar la región del Neguev en 1948, después de la creación del Estado de Israel, los Jahalin se han convertido en refugiados (bajo la protección de la U.N.R.W.A., agencia de la ONU que se ocupa de los refugiados palestinos), comenzando un largo éxodo en distintas zonas de Cisjordania. Al no aceptar integrarse en los grandes asentamientos urbanos, como la mayor parte de los palestinos, el acuerdo de Oslo los segregó en la llamada área C, y por consiguiente, bajo el control administrativo y militar de Israel, en zonas donde la expansión de las colonias avanza a ritmo vertiginoso.


 “¿No hay en Jerusalén una calle que llaman la Vía Dolorosa?” – pregunta Abu Soleiman, que hace años no puede poner pie en Jerusalén – “pues esta es nuestra Vía Dolorosa”, nos explica mientras nos lleva en su 4x4 por senderos impracticables a visitar algunas de las comunidades Jahalin más desafortunadas, confinadas en las faldas del basurero de Jerusalén, en condiciones de vida insalubres e inhumanas. Considerados desde siempre un grupo aparte de la sociedad Palestina, casi siempre marginado y privado de sus derechos, los Jahalin describen cómo su situación ha empeorado sensiblemente después de la ocupación israelí de Cisjordania en 1967. Desde entonces se les ha confinado en espacios delimitados, sin permiso para trashumar, desplazarse o construir.

 Acostumbrados a vivir en condiciones duras, en chabolas de lata o de cartones, gélidas en invierno y tórridas en verano, sin agua corriente, sin luz eléctrica ni servicios higiénico-sanitarios, los beduinos no ambicionan los chales adosados que ven multiplicarse en las colonias vecinas de Kefar Adumin y Maale Adumin. Sus aspiraciones no apuntan hacia los centros comerciales, los jardines y las piscinas que ellos mismos construyen con sus propias manos para los colonos. Su sueño es poder mandar a sus hijos a la escuela, y ofrecerles un futuro mejor.

 Hasta ahora, la única posibilidad de instrucción para los pequeños, es bajar cada mañana hasta la carretera provincial Jerusalén-Jericó, donde intentan parar algún medio de transporte que les acerque a la escuela del U.N.R.W.A en Jericó, a unos 30. kms. Tres niños Jahalin han perdido la vida atropellados y dos han sufridos secuelas permanentes, mientras esperaban en los arcenes de la carretera. De esta necesidad imperiosa de ofrecer a sus hijos educación y seguridad nace la urgente petición de la comunidad beduina de Khan al Ahmar, a pesar de la prohibición israelí que “congela” los campamentos en un estado perpetuo de subdesarrollo. 

Desafiando la deshumanización de la ocupación, con una iniciativa valiente y profética los Jahalin han convocado un grupo heterogéneo de amigos y voluntarios, entre los que se cuenta la comunidad Comboniana de Betania, “orquestados” por el arquitecto Valerio Marazzi y la ONG italiana Vento di Terra, para construir codo a codo la escuela que ni el Gobierno Israelí ni la Autoridad Palestina estaban dispuestos a proporcionar: ruedas usadas llenas de tierra prensada y colocadas en filas escalonadas como ladrillos, enlucido de barro y techo de zinc con material aislante tipo “sandwich”… una idea brillante con material reciclado y un coste mínimo . 




Sería una historia perfecta de solidaridad y desarrollo sostenible si la orden de demolición de la Administración Civil israelí non hubiera llegado aún antes de terminar las obras, amenazando con arrollar como un Tsunami devastador, no sólo la escuela, sino todo el campamento beduino, como consecuencia de la denuncia de los colonos de Kefar Adumin, insidiosos “vecinos de casa”, distantes menos de un Kilometro. “Sabíamos desde el principio que, según la ley israelí, está prohibido construir en área C – explica Darío Franchetti, de Vento di Terra – pero decidimos sostener el proyecto, de acuerdo con los beduinos, como gesto de resistencia pacifica y no- violenta, para afirmar el derecho a la instrucción de los niños de la comunidad Jahalin. Ninguno se espera el reconocimiento oficial del edificio por parte de las autoridades israelíes, pero esperamos llegar a una situación en la que la presencia de la escuela sea al menos tolerada”. 

El entusiasmo y las ganas de hacer estudiar a sus hijos han sido más fuertes que las amenazas y el miedo, por lo que desde finales de Septiembre, unos sesenta niños entre 6 y 10 años, estudian y juegan en su flamante escuela nueva, ¡una escuela de ruedas! El brillo de sus ojos el primer día de escuela fue inolvidable, como será inolvidable el horror, el día que verán llegar las apisonadoras para aplastar su escuela y sus sueños. Si, porque este, el único espacio en el mundo en el que los Jahalin tienen el permiso (que no el derecho) de vivir, es área C, donde sólo los israelíes pueden construir. 

 Y junto a la escuela, crecen también los sueños y los proyectos de los beduinos que, cada vez más conscientes de sus derechos y de sus posibilidades, empiezan ya a proyectar una red de guarderías para preparar a los más pequeños, una clínica móvil que visite semanalmente los campamentos, clases de alfabetización para adultos y hasta una cooperativa de artesanía local para ofrecer una fuente de ingresos a las mujeres beduinas… 

Sosteniéndoles en sus luchas y esperanzas se encuentra la comunidad Comboniana de Betania, que ve en estos beduinos “los más pobres y abandonados”, en este conflicto eterno que enciende el Oriente Próximo. Los sueños y proyectos de los Jahalin penden del hilo sutil de la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia. Frente a la inminente sentencia que decidirá la vida y el futuro de estos pequeños, resuena la voz firme y contundente del Rabino Yehiel Grenimann, Director Ejecutivo de la organización israelí Rabinos por los Derechos Humanos (RHR): 

 “Como hebreo israelí, hijos de refugiados a causa del Holocausto, conozco en primera persona lo que significa para los refugiados la educación de sus hijos. Como hebreo religioso, creo que la educación es no sólo un derecho humano fundamental, sino también un valor espiritual. Me siento identificado con las legítimas aspiraciones de estos beduinos, y creo que todos deberíamos hacer un esfuerzo por sostenerlos y protegerlos de humillaciones y abusos. Admiro su valentía y su tesón, y rezo para que la resolución del Tribunal Supremo de Justicia encarne los más altos valores judíos de amor a la humanidad, superando la indiferencia hacia los no - hebreos que viven con nosotros.

 En el primer capítulo del libro de Isaías se lee la condena por la corrupción del antiguo pueblo de Israel. Una denuncia que permanece válida y actual, solicitando justicia para todos, especialmente para los más débiles. Isaías condena pesadamente la indiferencia hacia el sufrimiento de los pobres… y en nuestra sociedad de hoy, nadie es más pobre que estos beduinos. En un caso como este, se pone a prueba nuestra humanidad”: «Sión se salvará según su justicia» (Is. 1,27)"

Alicia Vacas, misionera comboniana
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